El copiloto del Airbus A320 de Germanwings que se llevó por delante a 149 pasajeros este martes 24 de marzo de 2015, Andreas Lubitz, había suspendido sus sesiones de entrenamiento aeronáutico seis años atrás por una depresión y por el llamado síndrome del ‘burn out’, según las primeras informaciones faciitadas por sus amigos y allegados, que no oficiales.
SIMPÁTICO Y AGRADABLE
El joven de 28 años, natural de Montabaus donde vivía con sus padres, manipuló el piloto automático.
Lo hizo sin que se percatara su compañero de vuelo para poder encerrarse y no dejarle entrar para estrellase a 700 km/h contra una montaña de los Alpes mientras los pasajeros gritaban de pánico y el piloto aporreaba la puerta de la cabina desesperado, es descrito como «un joven muy simpático»:
«Era un tío completamente normal. Daba buenas vibraciones. Era un chico muy amable, divertido y educado. No tengo palabras. No me lo explico. Conociendo a Andreas, es inconcebible imaginarlo. Era un tipo muy divertido, aunque a veces algo callado. Era uno más entre los muchos chicos del club»,
comenta uno de sus compañeros, Peter Ruecker.
«Tenía muchos amigos, no era solitario, estaba completamente integrado.
SUPERÓ LAS PRUEBAS PSICOLÓGICAS
Se había formado como piloto en el centro de Lufthansa en el norte de Bremen y comenzó a volar con la compañía de bajo costo justo después del final de la formación.
En una rueda de prensa ofrecida por Germanwings, la compañía confirmó que Lubitz superó todas las pruebas psicológicas y médicas necesarias para formar parte de una tripulación de vuelo.
Sin embargo, el portavoz de Germanwings también reconoció que el copiloto interrumpió su formación, que había iniciado en 2008, por razones que no quiso concretar.
Una portavoz de Lufthansa informó de que Lubitz sólo había completado 630 horas de vuelo con Germanwings.
El copiloto era originalmente de un pequeño pueblo de Montabaur, situado en el Estado federado de Renania-Palatinado, en el oeste de Alemania. Lubitz era miembro del club privado de vuelo LSC Westerwald y un conocido amante de los maratones.
Según la agencia de noticias DPA, Lubitz vivía con sus padres y tenía un apartamento en Düsseldorf, uno de los principales centros de operaciones de Germanwings y ciudad hacia la que se dirigía el vuelo siniestrado que partió desde Barcelona.
SIN LAZOS EXTREMISTAS
El fiscal francés ha asegurado durante la rueda de prensa no tener conocimiento alguno sobre lazos de Lubitz con grupos terroristas o extremistas.
El perfil de la página de Facebook del copiloto (andreas.lubitz.3) está bloqueada desde hace unas horas, aunque por internet ya circulan algunas capturas de pantalla tomadas antes del bloqueo.