Todos ellos debían ser ajusticiados (o severamente castigados, según el caso), debido a que eran o podían ser una amenaza potencial para la expansión y la consolidación del Tercer Reich
Hace 75 años que, en plena Segunda Guerra Mundial, los bombarderos alemanes de la «Luftwaffe» (la fuerza aérea de la Alemania nazi) surcaban los cielos y las aguas del Canal de la Mancha dejando caer sus letales bombas sobre Gran Bretaña.
La situación no podía ser peor para los ingleses que, desesperados, se veían obligados en ciudades como Londres a protegerse de las explosiones en los túneles del metro. Aquella infame situación formaba parte del plan de Adolf Hitler para conquistar las islas, la denominada «Operación León Marino».
Un proyecto que también incluyó la elaboración de una «lista negra» de casi 3.000 objetivos famosos que el «Führer» quería asesinar antes de que finalizase la contienda.
La lista ha sido traducida y digitalizada hace pocas semanas como parte de los actos de conmemoración del 75 aniversario de la Batalla de Inglaterra (el nombre que recibió, a la postre, la contienda que enfrentó a la «Luftwaffe» y a la «RAF» -la Real Fuerza Aérea- en los cielos de las islas).
El listado forma parte del además del «Libro Negro» (un documento elaborado por los alemanes en el que se detallaban pormenorizadamente los individuos que tenían que ser controlados por el régimen) y está formado por 2.820 enemigos que debían ser aniquilados en Gran Bretaña tras la invasión. Incluye desde políticos, hasta artistas pasando por multitud de periodistas y viejos espías retirados.
Una lista curiosa
Tal y como se puede apreciar en la Web del «Imperial War Museum» de Londres (donde se puede disfrutar de este documento) la lista incluye a personajes como el Premier británico Winston Churchill o el político Clement Attlee. Sin embargo, en ella también aparecen nombres como el Herbert George Wells (autor de «La Guerra de los mundos» o la mundialmente conocida Virginia Woolf.
A su vez, también destacan personajes tan curiosos como Robert Baden Powell (fundador de los «Boy Scouts»), el actor Noel Coward y todo tipo de periodistas, artistas, científicos y líderes religiosos.
Para Hitler, todos ellos debían ser ajusticiados (o severamente castigados, según el caso) debido a que eran o podían ser una amenaza potencial para la expansión y la consolidación del Tercer Reich.
La cruel idea del líder nazi era que, una vez que la «Lufwaffe» hubiese barrido las defensas inglesas por aire y sus tropas de tierra («el Heer») hubiesen llegado y conquistado el mismísimo Londres, las SS (las tropas mas ideologizadas del régimen) y la Gestapo debían capturar a estos casi 3.000 enemigos del estado alemán.
Posteriormente, se decidiría qué hacer con ellos, aunque lo más probable es que fuesen ajusticiados.
En principio, representantes del «Imperial War Museum» citados por el «Daily Mail» afirman que se hicieron 20.000 copias de esta lista durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, a día de hoy únicamente se han preservado dos, lo que hace que el documento tenga una importancia histórica vital. Por ello, y en conmemoración del aniversario de la Batalla de Inglaterra, el documento ha sido digitalizado para que pueda consultarse en línea.
«Es la primera traducción que se ha hecho en inglés de la lista nazi. Las personas habrían sido detenidas en primer lugar y, posteriormente, asesinadas casi con total seguridad»,
explica Tim Hayhoe, director de la entidad encargada del proyecto.
«Algunas personas eran buscados por más de un departamento nazi. La rama 4E4 pertenecía a la Gestapo, y si alguien era capturado por ellos no habría salido vivo. El departamento 4A4 era el llamado de «Asuntos Judíos». Churchill, por ejemplo, habría ido al C49, uno de los que llevaban a los prisioneros trofeo»,
añade el experto.
Tres curiosos objetivos de Hitler
Entre los cientos de nombres, destacan tres:
1-Conrad Fulke Thomond O’Brien-ffrench. Agente de la inteligencia británica durante la Primera Guerra Mundial, fue uno de los espías que informó de la anexión que Hitler pretendía hacer antes de la Segunda Guerra Mundial de Austria, lo que permitió a muchos judíos escapar de la zona. Fue íntimo amigo de Ian Fleming (el creador de 007) y se cree que el personaje principal de este escritor está basado en sus vivencias.
2-Francis Foley. Apodado el «Schindler británico», Foley fue un espía encubierto del servicio secreto británico. Su trabajo como agente de aduanas en Berlín le permitió salvar a más de 10.000 judíos.
3-Martha Cnockaert. Agente doble durante la Primera Guerra Mundial, fue considerada una amenaza por Hitler a pesar de estar retirada del servicio activo en 1939 y vivir pacificamente con su marido.