Gracias por su comprensión”, resumen mensajes escritos en las terminales de autobuses de este país como una excusa a los viajeros que hasta ahora han sido sus clientes frecuentes.
A ratos por complicidad con bandas de tráfico de indocumentados; otros, porque simplemente nadie obligaba a los transportistas a pedir identificación oficial para viajar por el país.
De ahora en adelante será obligatorio o, al menos eso pretende el gobierno mexicano, que quiere frenar la inmigración sin papeles hacia Estados Unidos ,y así lograr la venia de Donald Trump para continuar con el libre comercio en Norteamérica.
Las compañías de autobuses deberán pedir, en adelante, la credencial para votar con fotografía del Instituto Nacional Electoral (INE), el pasaporte o la cartilla del servicio militar.
La petición había sido planteada a los propietarios concesionarios y operadores de transporte desde el pasado 16 de abril por la Secretaría de Gobernación, en la cual solicitaba “la colaboración” para “evitar” transportar a los migrantes.
Recordaba, además, que de acuerdo con los artículos 153 y 154 de la Ley de Migración podrían recibir sanciones de hasta 10,000 días de salario mínimo (unos $80,000 dólares) así como prisión de hasta 15,000 días, por tráfico de indocumentados; los choferes y empresarios argumentaron siempre que desconocían la nacionalidad de los pasajeros, porque no hay una ley que exija la documentación.
El pasado lunes, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo que iría por más: por la extinción de dominio, es decir, que los bienes donde se haya cometido el delito, pasarían a manos del Estado. Aunque esta medida requiere cambios en el Congreso, se mismo día se colgaron los letreros en las terminales de autobuses.
“La medida puede ser eficiente si las empresas lo solicitan, pero bien se sabe que también hay un gran negocio con la falsificación de documentos oficiales”, advirtió Carlos Bartolo, quien fuera responsable del albergue para migrantes en Huixtla, Chiapas.
“Otro problema es la corrupción en el INM”.
Hasta la semana pasada, la prensa veracruzana reportó que “a diario” llegaban cientos de migrantes que viajaban de noche en camiones de segunda clase, porque éstos no pedían identificación. Y los que viajaban en primera clase, mostraban credenciales de votar falsificadas. De ahí tomaban el camino, los detenían agentes de migración, les pedían cuotas, y los dejaban ir por Coatzacoalcos, Minatitlán y Acayucan rumbo a Tamaulipas, para saltar a Texas.
El sistema de transporte de autobuses incluso realizaba viajes completos y exclusivos para indocumentados.
“Hay transportistas que dicen que basta con decir que no se sabía, para eludir cualquier tipo de sanción, pero la ley dice que sí tienen responsabilidad, es casi imposible que unos tractocamiones estén varios días dando servicio y no sepan dónde están”.
El fin de semana, las autoridades migratorias detuvieron a 791 migrantes en tractocamiones que habían dado ganancias por alrededor de 3.5 millones de dólares.