El exembajador de Zapatero en Venezuela, Raúl Morodo, ya ha rendido sus primeras declaraciones tras ser imputado por blanquear al menos 4 millones de dólares de la estatal venezolana PDVSA durante la presidencia de Hugo Chávez.
Morodo fue citado a declarar el pasado 22 de mayo por obtener los 4 millones de dólares a través de “contratos falsos por asesoramiento profesional a la petrolera”.
En su declaración ante el juez Santiago Pedráz, el exembajador dejó toda la responsabilidad a su hijo Alejo Morodo, así lo desvelearon fuentes judiciales a Ok diario, «Morodo declaró ante el magistrado que ‘todo el dinero hallado en sus cuentas se lo prestó su hijo’. Aseguró desconocer la procedencia de esos fondos y explicó que cuando su jubiló su hijo le ayudaba económicamente.»
La avanzada edad del exembajador amigo de la revolución bolivariana es lo que le permite mantenerse en libertad, pues tiene 84 años, sin embargo, el juez le mantiene como imputado en la causa.
“Fuentes jurídicas explican a este periódico que el exembajador deberá explicar en las próximas citaciones el trasvase de los fondos realizados mediante un conglomerado de empresas hasta llegar a sus cuentas bancarias”, añaden desde Ok diario.
Los investigadores sospechan que los 4,5 millones se introdujeron en España de forma irregular con la excusa de los «honorarios profesionales», mediante un entramado societario y finalmente fue blanqueado con inversiones inmobiliarias.
Una reciente investigación realizada por el periodista Douglas Farah para la Universidad de Defensa Nacional en Estados Unidos, determinó la existencia de una organización criminal internacional a la que denominó Empresa Criminal Conjunta Bolivariana, y aseveró que España es uno de los países que ha participado en ella.
La figura del blanqueo de capitales, por la cual está siendo investigado el exembajador de Zapatero, es una de las tipologías determinadas en estudio, donde se relacionan 183 personas y 205 empresas que operan en al menos 26 países.