Las mentiras del régimen de Daniel Ortega han quedado expuestas una vez más.
Pese a que el gobierno dice que todos los detenidos han sido liberados, la ONU ha dicho que conoce por diferentes fuentes que al menos ochenta siguen cautivos.
La represión del movimiento opositor en Nicaragua ha causado que 70.000 personas partan al exilio, además de los 300 muertos y 2.000 heridos registrados.
Las condiciones de esos detenidos son «duras», sostuvo la alta comisionada adjunta para los derechos humanos, Kate Gilemore, en una exposición oral sobre la situación en Nicaragua ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, reunido en Ginebra.
En representación de la alta comisionada Michelle Bachelet, Gilemore también dio cuenta de numerosas denuncias de torturas que sufrieron ciudadanos detenidos por participar en las protestas contra el gobierno del presidente Daniel Ortega que empezaron en abril del año pasado y que han continuado con intervalos, aunque con menos intensidad.
Las torturas y tratos vejatorios se atribuyen a fuerzas de seguridad pública y a grupos armados progubernamentales, lo que el Gobierno nicaragüense ha negado una y otra vez.
«Reclamamos la liberación de todos los que puedan estar arbitrariamente detenidos por participar en protestas o manifestar opiniones críticas del gobierno, incluidos los que están bajo medidas alternativas a la prisión», dijo Gilmore.
De los detenidos en las sucesivas olas de protestas, 442 han sido liberados desde el pasado febrero, aunque 336 bajo medidas alternativas a la prisión, con lo cual pende sobre ellos la amenaza de retornar a la cárcel.
Otros 106 se beneficiaron de una Ley de Amnistía aprobada el pasado mes, pero que ha sido criticada por organismos especializados, entre ellos la Oficina de Bachelet.
Esa ley «contiene ambigüedades que pueden beneficiar a los perpetradores de violaciones de los derechos humanos y no garantiza los derechos de las víctimas (…), además fueron adoptadas sin consulta suficiente con la sociedad civil u organizaciones que representan a las víctimas», lamentó Gilmore.