Las simpatías de los cubanos hacia Hugo Chávez van más allá de lo meramente comercial
Una operación «top secret», digna de una película de espías. Con un hospital blindado, rodeado de militares, agentes secretos iraníes, escáneres y un ejército de médicos con una sola misión: salvar la vida a Hugo Chávez.
Afirma Angel Sastre en ‘La Razón’ que parece claro que Chávez eligió Cuba por el hermetismo. Aunque como dice un refrán local «en La Habana es difícil guardar un secreto demasiado tiempo», el sector de la salud parece ser la excepción de la regla.
Incluso sobre la enfermedad de Fidel Castro, desde 2006 hasta el día de hoy no se han producido filtraciones serias. Por ahora sólo tenemos la versión oficial que indica que «se realizó la extracción total de la lesión pélvica», la tercera de las intervenciones que sufre Chávez.
Sin embargo, otras informaciones, aseguran que el cáncer del mandatario se complica. El equipo que lo atiende y la mayor parte de los médicos cubanos consultados sobre su estado de salud dijeron no saber nada.
Uno se limitó a sonreír, respondiendo:
«Chico, esas preguntas son candela» y agregó que «tampoco sería correcto hablar de eso, no sería ético».
El mandatario venezolano está siendo tratado en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (Cimeq), el mejor hospital de Cuba, donde se atiende a todos los dirigentes cubanos, incluyendo a Fidel y Raúl Castro, quienes tienen sus residencias en la misma zona.
Chávez tiene gran estima a los médicos cubanos que lo asisten desde su primera operación en 2011. De hecho, envió un automóvil de regalo a cada uno de los que trabajaron en su caso.
Es una compensación por las molestias. La mayoría de estos doctores están, de forma permanente, bajo la lupa de los servicios de seguridad. Una vigilancia que no tolerarían profesionales sanitarios en otros países.
También se escucha en las calles de La Habana que en el tratamiento de Chávez no se escatiman recursos de ningún tipo, desde el uso de las más avanzadas tecnologías, equipos y tratamientos hasta la aplicación de medicinas naturales, producidas en la isla a partir de la flora y la fauna local.
Por otro lado, Cuba es el sitio donde Chávez se siente más seguro, consciente de que sus amigos comunistas están haciendo todo lo posible para salvarlo.
No se trata sólo de un asunto económico sino también de una total identificación ideológica, al grado de que en trece años de relación nunca hubo una sola controversia pública.
Como resultado de esta sintonía política, 37.000 doctores trabajan en las zonas más pobres de Venezuela y a cambio Cuba recibe 100.000 barriles diarios de crudo.
Los enemigos políticos del presidente venezolano explican que es un mal negocio.
Sin embargo, el proyecto es tan popular que Carlos Romero, asesor del candidato de la oposición, Henrique Capriles Radonski, aseguró a Angel Sastre, corresponsal iber9oamericano de ‘La Razón‘, que si ganan las elecciones «esos programas van a continuar».
Pero las simpatías de los cubanos hacia Hugo Chávez van más allá de lo meramente comercial, comparten un proyecto común de integración iberoamericana, sin la presencia de EEUU, país al que responsabilizan de muchos de los problemas de la región.