El 21 de diciembre de 2012 es el fin de egoísmo, de la división
El presidente boliviano Evo Morales invitará a todo tipo de mandatarios y jefes indígenas del mundo a celebrar en su país el solsticio de verano el 21 de diciembre de 2012(fecha en que acaba el calendario maya).
El motivo para reunirse es que el dirigente considera que ese día se producirá «el fin» del capitalismo y de la Coca Cola y el comienzo de un tiempo «de amor» y «la cultura de la vida».
De esta forma, Bolivia ha realizado lo que se puede considerar cuanto menos una original interpretación del calendario maya.
Junto a Morales, el ministro de Exteriores, David Choquehuanca, es otro convencido de que en diciembre se producirá un cambio de era.
«El 21 de diciembre de 2012 es el fin de egoísmo, de la división. El 21 diciembre tiene que ser el fin de la Coca Cola, y el comienzo del mocochinche (refresco de durazno)», dijo Choquehuanca en un acto junto a Morales, en el pueblo de Copacabana, situado en la ribera del lago y fronterizo con territorio peruano.
Así, indígenas de varios países y políticos de la región serán invitados a participar en una serie de actos que se llevarán a cabo en la Isla del Sol, situada en el lago Tititcaca (compartido por Bolivia y Perú)
Además, el Canciller, de la etnia aimara como Morales, agregó que el 21 de diciembre «los planetas se alinean después de 26.000 años», pero no será el fin del mundo, sino el «fin del odio y el comienzo del amor».
«Es el fin del capitalismo y el comienzo del comunitarismo», enfatizó, al insistir en que hoy en día se viven tiempos de oscuridad, individualismo y división. Sin embargo, y según declaró, después de esa fecha los indígenas deben proyectar amor y una vida armónica con la naturaleza.
Críticas a Morales
El Gobierno anunció esos actos al término de una semana en la que Morales fue criticado por los indígenas de la Amazonía.
Concretamente, fue censurado por negarse a recibirlos en el Palacio de Gobierno y negarse a escuchar su pedido de evitar la construcción de una carretera en la reserva ecológica del Tipnis.
Estos nativos marcharon dos meses desde la Amazonía a La Paz y acamparon cerca del Palacio presidencial, pero el miércoles retornaron a sus comunidades sin lograr hablar con Morales.