El avance de Cabello en el aparato del partido gubernamental y del aparato del Estado continuaría, según Silva, hacia el control de las Fuerzas Armadas y de la petrolera PDVSA
No son pocos los que afirmaban que los abrazos entre el presidente Nicolás Maduro y el titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, son en realidad una puesta en escena con la que ocultan una férrea lucha de poder dentro del oficialismo tras la muerte de Hugo Chávez.
Los dos hombres fuertes del chavismo tras el fallecimiento del presidente venezolano el pasado 5 de marzo, insistían desde la oposición, viven en una constante disputa por los espacios de poder.
Y ellos no ahorraban esfuerzos para desmentirlo, acudiendo juntos a actos, fotografiándose abrazados y hasta deshaciéndose en elogios el uno al otro.
No en vano, la unidad fue una de las consignas que ordenó en diciembre pasado Hugo Chávez antes de marchar para Cuba en su batalla contra el cáncer. En el oficialismo, al menos de puertas para fuera, la consigna se ha seguido al pie de la letra.
Eso hasta este lunes con el terremoto político desatado por la emisión de una grabación en la que una voz atribuida por la oposición al conocido comunicador chavista Mario Silva habla de la lucha de poder entre Cabello y Maduro.
Silva, sin aportar pruebas, repasa con un interlocutor de acento cubano casi todos los dimes y diretes sobre supuesta corrupción y peleas internas que sobre el oficialismo llevan tiempo circulando.
¿G2?
En la conversación recogida furtivamente participa, según el diputado opositor Ismael García, Aramis Palacios, teniente coronel del servicio de inteligencia cubano, G2.
La grabación es en realidad un informe destinado al presidente Raúl Castro, «quien orienta y dirige la política de este país», denunció.
El supuesto Silva dedica buena parte del tiempo a lanzar graves acusaciones de corrupción contra Cabello, al que atribuye también movimientos conspiratorios contra el presidente Maduro.
También parece defender a Maduro pero tampoco lo deja muy bien parado cuando afirma sus temores de que esté siendo manipulado por su mujer, la exdiputada Cilia Flores.
Además, recuerda que Maduro creyó ver su rostro aparecer en las manos de Chávez en un cuadro en el museo en que fueron depositados sus restos mortales.
Entre otros personajes, también arremete contra el exvicepresidente José Vicente Rangel. Pero lo más inaudito, tal vez, sea que señala al yerno de Hugo Chávez y actual vicepresidente, Jorge Arreaza, de ser quien filtraba información sobre la enfermedad del difunto mandatario al periodista Nelson Bocaranda.
En la red social Twitter, Silva tachó el asunto de un «muy buen montaje«:
«El sionismo está trabajando bien».
Poco después anunció su respuesta en breve en la radio.
«Pensándolo bien, mejor respondo esta noche» por su programa La Hojilla, escribió al tiempo que se refirió a los hechos como «bodrio que montó el Mossad israelí».
«‘Unidad, Lucha, Batalla y Victoria’ Chávez Dic 12», escribió Cabello también en Twitter, en una aparente respuesta a la emisión de la grabación en el canal de línea opositora Globovisión.
Ilegal
Aunque en Venezuela el uso de grabaciones telefónicas está prohibido legalmente, es un recurso utilizado por La Hojilla, del propio Mario Silva, que presenta conversaciones entre políticos de la oposición.
Ismael García
El diputado opositor Ismael García fue el encargado de dar a conocer la grabación de audio.
El periodista de BBC Mundo Carlos Chirinos recuerda que en los años de la llamada Revolución Bolivariana la práctica ha sido usada con frecuencia contra líderes de la oposición o periodistas críticos del gobierno.
«Esas conversaciones son presentadas generalmente en espacios informativos de los medios oficiales y nunca han prosperado las denuncias sobre invasión a la privacidad que se han entablado en su contra», recuerda Chirinos, quien destaca que es la primera vez que la oposición recurre a esa práctica.
El líder opositor, Henrique Capriles, había anunciado el domingo que presentaría unos «videos comprometedores», pero pospuso la cita para el lunes.
«Dolor de cabeza»
El analista político Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, considera que el hecho de que la oposición haya desvelado la grabación sí puede suponer «un dolor de cabeza» para el gobierno. «Confirma lo que se suponía, que hay divisiones significativas en el chavismo».
«El problema es que no se puede estar seguro de que las cabezas que nombra son las correctas», le dijo el analista a BBC Mundo.
Y es que, como insistió León, además de que no existen pruebas de las acusaciones que lanza la voz atribuida a Silva, hay que tener en cuenta el alto perfil político que siempre ha tenido el conductor del programa nocturno.
«Normalmente está sometido a una presión que lo puede llevar a construir hipótesis y teorías de conspiración. Es difícil saber dónde empieza la información y dónde la creatividad».
Así, el analista toma el contenido de la grabación como no más que «las inquietudes, las opiniones y los descalificativos de quien está acostumbrado a mentir».
También le restó trascendencia al contenido el politólogo Farith Fraija, favorable al chavismo. Escribe en Twitter:
«Hace unos días Mario Silva era sinónimo de mentiras y calumnias, ahora es adalid de la verdad. Qué oposición tan extraña».
En la misma línea se expresó el diputado oficialista Pedro Carreño, igualmente en Twitter, donde habló de «puro chisme» y acusó a la oposición de montaje «para presentar las opiniones personales de Mario».
Lo que queda por ver a partir de ahora es cuál va a ser la reacción de Nicolás Maduro, que como señaló León, bien podría volver a «salir de la mano con Cabello para desmentirlo».