El líder opositor marcha a pecho descubierto, con una bandera venezolana en la mano derecha y flores en la izquierda, hasta el Ministerio del Interior

Leopoldo López, la ‘bestia negra’ de Nicolás Maduro, se entrega a las autoridades chavistas

La oposición venezolana realiza una gran protesta de este martes, que intentan bloquear los sicarios del régimen

Leopoldo López, la 'bestia negra' de Nicolás Maduro, se entrega a las autoridades chavistas
Los poli´cias chavistan meten a Leopoldo López en la tanqueta que lo traslada al Palacio de Justicia. EP

Como para calentar el ambiente este lunes en la tarde la Dirección de Contrainteligencia Militar allanó la sede del partido de López

Es más que probable, casi seguro, en opinión de periodistas como Ewald Scharfenberg que analiza su figura en ‘El País’ este 18 de febrero de 2014  que Leopoldo López se consagre como mártir este martes en Caracas.

A la hora de redactar esta crónica, el jóven líder opositor venezolano ya se había entregado a los sicarios del régimen boliviariano, que a toda prisa y con enorme despliegue de fusiles y pistolas, se lo llevaron con destino desconocido.

El político de 42 años, egresado de la prestigiosa escuela Kennedy de la Universidad de Harvard e hijo de una familia cuyo linaje se remonta hasta los tiempos coloniales, reapareció a media mañana de este martes, con un emotivo mensaje en Twitter.

El Gobierno, que le atribuye la organización de los desórdenes que desde el miércoles pasado mantienen en jaque al país, lo buscaba para detenerlo desde que ese día se emitió una orden de captura en su contra.

Las redes sociales bullen y han sido al detalle el avance de López y los suyos hacia lo que los chavistas han preparado como un matadero y que el opositor y su gente esperabn convertir en el principio del fin de la tiranía de Nicolás Maduro y los seguidores del ya fallecido Hugo Chávez.

Este es el momento en que López se entregaba, en un tuit que ha dado la vuelta al mundo:

Antes, el opositor, estuvo arengando a los opositores desde la estatua de José Martí en Chacaito.

«Esta lucha es por nuestros jóvenes, por estudiantes, por los reprimidos, por los encarcelados, por todo el pueblo».

«Mi encarcelamiento vale para despertar a un pueblo, para que Venezuela despierte».

Después, por unos instantes, hasta estuvo tuiteando y animando a sus partidarios, antes de emprender su ‘subida al Gólgota’:

López es una de las bestias negras de la oposición que más irritan al chavismo. Para la revolución, que ha exacerbado las contradicciones raciales y de clase, López es un patiquín.

El término del castellano criollo denomina a un señorito pizpireto, algo presumido, hijo de papá, algo desocupado, que profesa desprecio por los pobres e incultos. El presidente Nicolás Maduro, sin más refinamientos, lo llama El Trono, la palabra que coloquialmente designa en Venezuela al yonki, al drogado.

López y un grupo de jóvenes -Julio Borges, Henrique Capriles Radonski, abogados ambos- fundaron Primero Justicia (PJ) a finales de los noventa, una asociación civil consagrada a la promoción de la justicia de paz en Venezuela, y en la actualidad, el principal partido de oposición.

Durante ocho años (2000-2008) llevó adelante una gestión ejemplar en el municipio de Chacao, el rico cantón del este de Caracas.

El ocaso de Capriles Radonski, opacado por su decisión deprescindir de las movilizaciones de calle para forzar una repetición de los votos y un eventual derrocamiento del régimen, se enajenó el apoyo -siempre a disgusto- del sector más radical de la oposición, un público dispuesto a escuchar planteamientos menos atados al calendario electoral.

Tal fue el atajo que Leopoldo López, junto a su aliada -quizás temporal-, la diputada María Corina Machado, tomó para ganarse de nuevo un puesto en el liderazgo opositor.

Su actual campaña de desobediencia se llama La Salida. Tal vez su salida sea de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), aunque los voceros de la alianza opositora tratan de minimizar la fractura entre las dos alas.

LA REAPARICIÓN DEL LIDER OPOSITOR

Este martes llega la ‘hora de la verdad’ para López. También para el chavista Nicolás Maduro, que incapaz de dar de comer a los venezolanos o de frenar el desplome de la economía nacional, intenta focalizar en su rival todos los males.

Valiente y seguro de si mismo como es, el coordinador nacional de Voluntad Popular se entregará en la sede del Ministerio del Interior y Justicia. Desde la semana pasada el gobierno lo busca para cumplir la orden de un tribunal que le acusa de promover y dirigir los disturbios del pasado miércoles.

Las protestas terminaron con tres fallecidos, decenas de heridos y detenidos, destrozos generalizados en la fachada de la Fiscalía General de la República y varios vehículos de la policía científica destrozados.

Como para calentar el ambiente este lunes en la tarde la Dirección de Contrainteligencia Militar allanó la sede del partido de López.

Los vídeos colgados en Youtube, tomados de las cámaras de seguridad muestran a un grupo de oficiales irrumpiendo pistola en mano en la antesala y pateando la puerta que da entrada a las oficinas.

Dirigentes opositores exigían en los vídeos una copia de la orden de allanamiento que en esas imágenes jamás apareció.

Fue quizá el momento más tenso de la jornada en la capital venezolana. Los alrededores del edificio donde se entregará López, localizado en la céntrica avenida Urdaneta, estaban con su habitual soledad nocturna.

El Gobierno chavista ha desplegado miles de policías, bloquea accesos a Caracas y amenaza a todo el que no le parece afecto al régimen bolivariano.

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