El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha insultado en televisión al alcalde de Chacao después de su entrevista a ABC
Los turistas y viajeros que circulen por la terminal internacional del Aeropuerto Internacional de Maiquetía «Simón Bolívar» en Caracas deberán pagar por el aire que respiren.
La razón se debe a que se han instalado generadores de ozono en el circuito de aire acondicionado del aeropuerto convirtiéndose así en el primero en incorporar esta tecnología.
Esta controvertida medida entró en vigor el pasado 1 de julio y el importe a abonar será de 127 bolívares o entre 2$US y 20$US dependiendo la tasa de cambio que se use. Este impuesto se deberá pagar en el momento que el viajero lleve a cabo el check-in.
«El enriquecimiento del aire del aeropuerto tiene el objetivo de preservar la salud de las más de 30.000 personas que circulan por el aeropuerto «Simón Bolivar»» defiende el Gobierno de Maduro.
Actualmente, el aire ozonificado sólo puede ser respirado en la terminal internacional.
Este nuevo impuesto ha generado múltiples reacciones entre los ciudadanos del país latinoamericano, ya que este arancel se debe sumar a los altos precios de los billetes.
Muchos venezolanos no pueden salir del país debido a que la mayoría de las aerolíneas han dejado de operar en el país y cada vez hay menos vuelos diarios. Es tal la crisis que se vive que un billete a Miami puede llegar a costar 3.000€.
Aeropuerto sin vuelos
«Vamos hacia el camino de que Venezuela se quede aislada y que tengamos que hacer como hacen los cubanos, que se lanzan al mar para que los coman los tiburones para poder llegar a otros países» asegura Ibrahín Rojas, un ciudadano de Venezuela que intenta comprar un vuelo a Miami.
El origen de este problema se debe a que las aerolíneas extranjeras no pueden repatriar sus beneficios y que no creen que el Gobierno de Nicolás Maduro pueda pagar la deuda contraida por valor de 2.440 millones de euros.
Muchas compañias aéreas han decidido no operar con el país latino, han reducido la frecuencia de sus vuelos o han aumentado tanto el precio de los billetes que nadie los puede comprar.
La compañía American Airlines, tras 27 años fletando vuelos a Venezuela, ha decidido vender sólo 1,660 asientos semanales, lo que supone 9,752 asientos menos a la semana.
La incertidumbre se está apoderando del sector turístico ya que, además de cobrar por respirar, se han impuesto otras medidas como la prohibición a las agencias de viajes venezolanas de vender billetes de avión a extranjeros no residentes.
Estas acciones chocan frontalmente con las declaraciones del ministro venezolano de Turismo, Andrés Izarra, en las que afirmaba que, junto con el presidente Nicolás Maduro, quieren que en «2019 el turismo aporte al PIB un 9%, el triple que a día de hoy».