Los gestos pueden decir mucho más que las palabras. A pesar de que Manuela Carmena aseguró que siempre trabajó de forma imparcial, su apoyo al régimen de Nicolás Maduro ha quedado en evidencia durante más de una oportunidad. La última prueba de su cercanía con la dictadura venezolana fue la carta de despedida que envió al embajador chavista Mario Isea el pasado 15 de junio de 2019, un detalle que sin embargo no tuvo con el representante en Madrid del presidente interino de Venezuela Juan Guaidó, Antonio Ecarri.
En la carta afirma que «como bien sabes, aunque la candidatura que encabezaba ganó las elecciones, el pacto alcanzado entre el Partido Popular, Ciudadanos y VOX no permite continuar con el desarrollo de nuestro proyecto para mi querida Madrid», aunque no hizo ninguna mención a que cuando salió electa por primera vez ella tampoco fue la candidata más votada por los madrileños. En su despedida al representante chavista, Carmena agrega que el proyecto que ha venido implementado «no hubiese sido posible sin la colaboración de las instituciones como la que representas, así como sin los vecinos de Madrid».
La carta de Carmena es sólo una de los tantos detalles que muestran la vinculación ideológica con el dictador Nicolás Maduro. Es importante recordar que, a pesar de que afirmó que no tiene ningún inconveniente en reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, la ‘abuelita’ fue quién formalmente se opuso a renocer al presidente interino de Venezuela durante un pleno de la Comunidad de Madrid. Una decisión que incluso fue recordada por José Luis Martínez-Almeida durante la última campaña electoral.
En las redes sociales, los ciudadanos venezolanos han criticado que Carmena no envió ninguna carta de despedida o de apoyo al representante en Madrid del presidente interino de Venezuela Juan Guaidó, Antonio Ecarri. En este sentido, afirman que «seguramente sólo ha llegado a sus aliados izquierdozos, como Nicaragua y Cuba».