El asesinato del concejal Fernando Albán fue una evidencia más de las torturas y asesinatos que padecen los opositores al régimen de Nicolás Maduro. Las investigaciones iniciales apuntaban a que al representante político le habían lanzado desde una ventana de la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Un hecho que José Luis Rodríguez Zapatero intentó edulcorar a través de un llamamiento a las investigaciones oportunas: «Todos deberíamos tener la prudencia de esperar a las propias conclusiones -de la Fiscalía de Venezuela– que lógicamente deben tener un sustento objetivo, contrastable y razonable», afirmó.
Su intento por ocultar la verdadera cara del chavismo ha sufrido un nuevo revés. Manuel Cristopher Figuera, exjefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), reconoció en una entrevista a El País, este jueves 11 de julio, que Fernando “Albán fue lanzado” de la sede en Plaza Venezuela.
“Usted llega a la dirección del Sebin después de la muerte del concejal Fernando Albán. Hace unas semanas un capitán murió torturado en la sede de la DGCIM. ¿Cómo de sistemáticas son las torturas en ambos organismos?”, fue el cuestionamiento realizado por el periodista Javier Lafuente durante su encuentro en Miami. “No tengo los elementos para graficarle con el nivel de detalle que solicita. Albán fue lanzado, ahí hay unos funcionarios que están detenidos, procesados por ese hecho”, admitió Figuera.
“En esos organismos hay unos elementos que le tributan directamente a Maduro para amedrentar, aterrorizar a quienes se opongan a su designios”, sentencia. Respecto al asesinato de Rafael Acosta Arévalo, Figuera asegura que “en el caso del capitán, hay una situación dolorosa, dramática, aberrante”.
Los datos aportados por Cristopher Figuera aportan nuevas pistas del por qué Zapatero no creía necesario que el Gobierno español, la ONU o la UE estuvieran presentes en el proceso de investigación del asesinato, por lo que se mantuvo firme en que «debe haber una investigación por parte de la Fiscalía y que esa investigación sea evaluada en su caso». Una confianza ciega en las instituciones de Justicia chavistas que, tradicionalmente, se han visto a ocultar los crímenes de lesa humanidad.