La Embajada chavista de Venezuela en Madrid está reforzando su plantilla. A pesar de que llevan más de seis meses sin pagar a sus trabajadores, la sede diplomática ha ‘fichado’ a Juancho Santana, el portavoz de Izquierda Unida (IU) en el Ayuntamiento de Majadahonda (Madrid), según han confirmado a Periodista Digital América tanto fuentes cercanas de la Embajada, así como la periodista venezolana Virginia Linares.
Fuentes cercanas a la Embajada han confirmado que el pago destinado a Juancho Santana será destinado «desde Presidencia, lo que ha generado una gran molestia interna. Muchos de los empleados han aguantado meses sin cobrar por apoyo al chavismo o porque, simplemente, no les queda otra opción. Sin embargo, no entienden que para algunas cosas sí tengan plata [dinero] y para otras no».
El regreso de Juancho Santana a la embajada chavista ha ido de la mano con el cierre de su cuenta de Twitter, lo que ha pillado por sorpresa a muchos de sus seguidores.
La @EmbVzla_enEsp en medio de su crisis interna retoma el fichaje de @JuanchoSantana. A los empleados locales les deben entre 5 y 7 meses de sueldo, aparte del impago de los servicios. ¿A este comunista de @IU_Madrid con qué dinero le irán a pagar? https://t.co/dgLe6xB3Ya pic.twitter.com/2N4n7H4Rvd
— Virginia Linares (@VirginLinares) 8 de julio de 2019
Desde su propio partido político han confirmado a PD América que, tras pasar 12 años como portavoz de IU en el Ayuntamiento de Majadahonda, Santana se desempeñará como analista político en la Embajada chavista de Venezuela en Madrid. No se trata de un movimiento insólito, debido a que el dirigente de izquierdas ya se había desempeñado desde 2007 hasta 2012 como parte del equipo del representante bolivariano Mario Isea, por lo que ha pasado siete años fuera de la Embajada «porque estaba en excedencia».
Ahora bien, las excedencia tienen un plazo máximo de cuatro años, por lo que en este caso estaría vencida y su regreso no respondería al interés de la Embajada. En este sentido, asumirá el reto de disfrazar de democracia a la dictadura de Nicolás Maduro, así como intentar mover los hilos de la política española para influir en las sanciones de la Unión Europea contra el régimen.
Con la renuncia de su acta, Santana deja atrás un salario anual de 55.800 euros, una oferta que se prevé que será igualdad e incluso mejorada por la delegación diplomática chavista.