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Cuando Mauricio Macri llegó a la presidencia en Argentina cuatro años atrás, muchos auguraban el ocaso del kirchnerismo tras 12 años en el poder. Después ocurrió el procesamiento de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, antecesora de Macri, y su carrera política parecía sepultada bajo una decena de causas de corrupción.
Pero las elecciones primariasconfirmaron un resurgimiento sorprendente de la exmandataria, hoy compañera de fórmula del candidato presidencial Alberto Fernández. Con el 99% de las mesas escrutadas, la fórmula kirchnerista lograba el 47,7% de los votos mientras que Macri tenía el 32,1%.
Aunque no son resultados vinculantes, son 15 puntos de ventaja que ninguna encuestadora anticipó y que dejan a Fernández a un paso de regresar al poder, quizá en la primera vuelta de las elecciones, el 27 de octubre. La pregunta ahora es si ya están echadas las cartas definitivamente en Argentina y si es inevitable el retorno al poder del kirchnerismo que representó primero Néstor Kirchner y luego su esposa, Cristina Fernández.
«Muy poco probable»
Para que un candidato resulte electo presidente argentino en la primera vuelta del 27 de octubre necesita obtener más del 45% de los votos, o del 40% con una diferencia de 10 puntos sobre su seguidor inmediato. Si ningún candidato alcanza ese respaldo, habrá una segunda ronda el 24 de noviembre.
Las primarias suelen ser un termómetro confiable para medir el ánimo del electorado argentino antes de las elecciones nacionales, por lo que hoy nadie puede descartar un triunfo de la fórmula Fernández- Fernández en primera vuelta. Para superarla, Macri habría precisado el apoyo de quienes votaron por los otros cuatro candidatos que le siguieron, algo inimaginable.
«Dadas las circunstancias y con las tendencias actuales (…) es muy poco probable que esta elección pueda revertirse», dice Sergio Berensztein, un analista político y encuestador argentino, a BBC Mundo. Los mercados, que prefieren a Macri, parecen ver las cosas de similar manera: el dólar operaba al alza frente al peso argentino en la mañana de este lunes, con una suba superior a 20%, mientras los bonos y acciones del país se desplomaban.
«Otro país»
Mientras que el candidato kirchnerista dijo tras las primarias que Argentina «está pariendo otro país», Macri reconoció que tuvo una «mala elección» y pidió a sus seguidores redoblar esfuerzos. Los analistas coinciden en que la crisis económica que vive Argentina es la clave que explica el bajo apoyo del mandatario.
Aunque Macri insiste en que los orígenes de esa crisis están en la herencia que le dejó su antecesora, buena parte del electorado parece responsabilizarlo a él. «La frustración que generó el gobierno de Macri es muy grande y eso revaloriza lo anterior; te parece mejor», explicó Andrés Malamud, politólogo argentino de la Universidad de Lisboa, recientemente a BBC Mundo.
Para mantener chances de ser reelecto, Macri no sólo deberá captar votos de otros candidatos sino de argentinos que el domingo evitaron ir a las urnas: la participación fue cercana al 75% del padrón electoral.
Pero también el kirchnerismo debería perder el envión que logró en las primarias. Esto podría ocurrir, por ejemplo, si la reacción de los mercados ante el probable triunfo de la fórmula Fernández-Fernández empeora y asusta a parte del electorado dispuesto a votarla.
El candidato kirchnerista buscó alejar esa posibilidad el mismo domingo. «Nunca fuimos locos gobernando», dijo. Desde la coalición oficialista intentan sugerir lo contrario.
La diputada Elisa Carrió aseguró que Macri, de centro-derecha, logrará imponerse por más de 50% de apoyo en octubre, «por sobrevivencia, para no ser Venezuela, Rusia o Cuba». Y señaló que en los últimos tiempos el peronismo ha tenido dificultades para superar el 45% de los votos en elecciones nacionales.
Pero Berensztein considera que es «muy improbable» el triunfo de Macri, porque «los números no le dan». «Solo un milagro, poco habitual en política, puede salvar ahora la presidencia de Mauricio Macri», escribió el analista político argentino Joaquín Morales Solá en el diario La Nación.
Y señaló que cerca del presidente no sólo trabajan en la campaña electoral hacia octubre, sino en «la más que probable transición entre el actual gobierno y la administración de Alberto Fernández». El tablero político que emerge en Argentina muestra que el kirchnerismo está más cerca de volver al poder de que lo que podía presumir el más optimista de sus partidarios hace algunos días.
