«Ser rico es malo (…) los ricos me atacan porque yo digo eso, pero yo digo que es malo».
Así lo afirmó Hugo Chávez en 2009, pero sus palabras se han olvidado entre sus seguidores.
En especial, en aquellos que aprovechan sus cargos en la administración pública para tener una vida llena de lujos.
Por ejemplo, el cónsul general de Venezuela en Barcelona, Ricardo Capella, está estrenando coche de lujo por las calles de la ciudad española.
Así lo confirman a Periodista Digital América (PD América) fuentes del consulado de Nicolás Maduro en Barcelona, quienes han facilitado la imagen del vehículo.
El descontento de los empleados del régimen chavista proviene de los seis meses que han trabajado sin ningún salario.
A pesar de que afirman que la ausencia de remuneraciones responde a los efectos de las sanciones de Estados Unidos, en realidad el dinero no ha dejado de fluir para los intereses de los funcionarios de los consulados y de la Embajada.
No en vano, el embajador Mario Isea tuvo la oportunidad de tomarse unas vacaciones en Caracas [a las espaldas de sus empleados, quienes se enteraron de su viaje por medio de una videoconferencia donde les amenazó por informar del fichaje de representantes de Izquierda Unida].
En efecto, también cuentan con el dinero para pagar la nómina de Juancho Santana, quien fue el portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Majadahonda (Madrid) o para costear un evento en el Ateneo de Madrid para intentar lavar la imagen de Nicolás Maduro en España.
Es importante recordar que la Embajada de Venezuela también dedicó recursos para pagar los viajes de un grupo de españoles a Caracas con el objetivo de que transmitieran una falsa sensación de normalidad en el país.
Un pequeño séquito en el que se encontraban Willy Toledo [de quien Periodista Digital América publicó el intercambio de correos y los billetes comprados por la embajada] y la ‘Pablo Iglesias del chavismo catalán’, la politologa Arantxa Tirado.
Justamente Arantxa Tirado mantiene una relación muy cercana con Ricardo Capella, a quien le ha acompañado a varios actos para intentar ocultar la cara dictatorial del régimen chavista.
Un esfuerzo que mantendrá el próximo 13 de septiembre en el Ateneo de Madrid, donde se reunirá con Mario Isea en un polémico acto que ya ha sido condenado por la diáspora venezolana y por algunos de los representantes políticos españoles.