Argentina ya está pagando los caprichos de la vicepresidenta. Cristina Fernández de Kirchner viajará a Cuba del 28 de diciembre al 12 de enero tras ser autorizada este martes 17 de diciembre por la Justicia para visitar a su hija, Florencia Kirchner, quien recibe tratamiento médico en La Habana.
Se trata del octavo viaje a la isla de la exmandataria argentina (2007-2015) para ver a su hija, con la que recibirá el nuevo año, y el primero desde que asumiera la Vicepresidencia el pasado 10 de diciembre, mismo día en el que Alberto Fernández se convirtió en el presidente de la nación.
Los tribunales orales federales 2 y 5, encargados de juzgarla por tres casos de supuesta corrupción, otorgaron a la vicepresidenta el permiso para abandonar el país, informó la agencia estatal Télam. Esta vez, también aprobó el pedido el fiscal Diego Luciani, quien en las siete ocasiones anteriores había denegado la autorización.
La hija menor de los Kirchner recibe tratamiento médico en la capital cubana desde el pasado febrero por un “trastorno de estrés postraumático” y dolencias secundarias como un síndrome purpúrico y un linfedema ligero en las piernas. Florencia había viajado a la isla para realizar un curso para guionistas de cine, pero tras el vuelo su estado de salud se habría deteriorado sensiblemente y al momento de evaluarla le prohibieron viajar en avión, y por lo tanto no pudo volver a su país.
Antes de viajar a verla por primera vez el 14 de marzo, la exmandataria relató que su hija sufre problemas de salud provocados por la “persecución feroz” a la que asegura la somete la Justicia, que las acusa a ambas de presunto lavado de activos y asociación ilícita por las operaciones que empresas de la familia Kirchner realizaron con adjudicatarios de obra pública durante su Gobierno.
La vicepresidenta se sentó en el banquillo de los acusados el pasado 2 de diciembre para declarar en un juicio en el que se le acusa de encabezar una asociación ilícita y de fraude en la concesión de obras públicas.
“Seguramente este tribunal, que es un tribunal del ‘lawfare’, tiene la condena escrita. No me interesa. He elegido la historia antes de que ellos me declaren absuelta. A mí me absolvió la historia y me va a absolver la historia y a ustedes seguramente les va a condenar la historia”, dijo Fernández en su intervención, antes de levantarse y negarse a responder las preguntas de los magistrados.