“En Venezuela se come tres veces al día”. La frase que destacó la parcialidad de Íñigo Errejón a favor del régimen de Nicolás Maduro, ha vuelto a quedar desmentida por las últimas cifras de la crisis humanitaria que padece el país latinoamericano. El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) afirma que el venezolano necesita al menos 48.10 salarios mínimos para poder adquirir la canasta alimentaria.
La politóloga podemita Arantxa Tirado también intentó negar la crisis humanitaria de Venezuela al afirmar en su ponencia en la Universidad de Valencia: «Hoy estaba viendo las imágenes de un compañero que está en Caracas, está subiendo unas señoras que venden pernil, porque ahora vienen las hallacas, las comidas de navidad, una señora así súper obesa vendiendo carne, esto es tan sencillo que tu vas a Venezuela y ves los puestos de comida y luego pones la tele en España y dices, ‘pues no sé de qué país estamos hablando’».
Sin embargo, la catalana no hizo ningún comentario a que los cambios abruptos en los precios (debido a una hiperinflación descontrolada) y la escasez trajo como consecuencia la mal nutrición y alimentación en los ciudadanos. Una conclusión a la que también llega el informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros.
A lo que se suma la denuncia de diversas organizaciones nacionales e internacionales señalaron el aumento en la mortalidad infantil y hasta suicidios en las personas de tercera edad por la falta de alimentos, mientras el Estado venezolano no ha aplicado un plan de alimentación más allá del corrupto Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP). A lo que se suma que, en más de una oportunidad, no se aceptó la entrada al país de la ayuda humanitaria internacional.
El diputado Ángel Alvarado también destacó el impacto negativo de la hiperinflación que padece Venezuela. En este sentido, informó que el índice de inflación en ese mes se ubico en 44,7 por ciento lo que le permitió a los venezolanos adquirir solo el 1,6 por ciento de la cesta básica. Asimismo, el mes de mayo, presentó un aumento en los sectores necesitando más de dos salarios mínimos por día para poder adquirir los productos necesarios.
Según el diputado y miembro de la Comisión Permanente de Finanzas, la inflación del mes de agosto fue de 65,2 por ciento, con lo cual el sueldo de los venezolanos quedó en 2,7 dólares con lo cual los ciudadanos pudieron obtener solo 2 por ciento de la canasta básica. El director del Cendas-FVM, Oscar Meza, estimó que los ciudadanos requieren alrededor seis millones de bolívares para adquirir la canasta alimentaria en el mes de septiembre.
El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros señaló, en un comunicado, que siete productos presentaron problemas de escasez: leche en polvo, atún enlatado, aceite de maíz, arvejas, pastas alimenticias, pan y sardinas enlatadas: el 11,66 por ciento de los 60 productos que contiene la canasta.
Mientras la población venezolana hace malabares para acceder a los alimentos, desde la comodidad de España los esbirros del régimen chavista intentan negar la hambruna de una población que observa cómo los supermercados se van quedando más vacíos y los precios de los alimentos alcanzan unos niveles impagables.