Así es la cueva nazi donde asesinaron salvajemente a una bióloga estadounidense

Así es la cueva nazi donde asesinaron salvajemente a una bióloga estadounidense
Suzanne Eaton PD

El cuerpo de la científica estadounidense, Suzanne Eaton, fue hallado con signos de asfixia y otras heridas en una cueva abandonada en Creta, Grecia, y que hace algunos años fue usada por los nazis. De acuerdo con los médicos forenses citados por el medio Star.gr, S. Belivanis y A. Papadomanalakis, los asesinos de Eaton le taparon la nariz y la boca para matarla.

Los especialistas hallaron que fue asfixiada hasta la muerte, que le habían cortado una oreja y que tenía una apuñalada en el cuerpo. Tras una intensa búsqueda por los lugares donde pudo acudir para ejercitarse, los investigadores recibieron el reporte de que dos pobladores hallaron el cadáver dentro de la red de túneles cavernosos cerca de Chania.

El cuerpo fue encontrado a 200 pies de la entrada, en un área de difícil acceso, por lo que se cree que fue abandonado por expertos en la cueva que fue utilizada por los nazis para guardar municiones después de la Batalla de Creta en 1941. Además la zona está llena de vegetación y maleza. Tan sólo en la entrada a este túnel hay un árbol y varias rocas que imposibilitan en cierta forma el acceso.

Este bunker está a 17 minutos en auto del lugar donde Eaton daría su conferencia en la Universidad Ortosoxa, ambos espacios están ubicados en el municipio de Platanias. La líder de una investigación sobre Biología Molecular y Genética Celular en el Instituto Max Planck vivía en Dresden, Alemania, junto con sus dos hijos y su esposo británico, también científico.

Eaton llegó a la isla griega para participar en una conferencia el pasado 2 de julio, pero ya no asistió porque desapareció. Se hospedó en la Universidad Ortodoxa ubicada en el municipio de Platanias. Su familia en un inicio creyó que un golpe de calor la hizo refugiarse en una de las cuevas o que se desmayó cuando salió a correr, pero ahora la Policía investiga el caso por homicidio.

El Instituto Max Planck externó su pesar por la desaparición y asesinato de su colaboradora y dijo en un comunicado: «Su pérdida es insoportable. Nuestros pensamientos y oraciones están con su esposo Tony, sus hijos Max y Luke, y con toda su familia».

«Las autoridades aún no han completado su investigación sobre los eventos que pudieron haber ocurrido el martes por la tarde, 2 de julio, y proporcionaremos más actualizaciones a medida que recibamos información», agregó. Tanto la familia como la institución académica describieron a Suzanne Eaton como una esposa y madre amorosa, una científica sobresaliente, así como una destacada atleta.

«Además de ser una científica líder en su campo, Suzanne es una atleta, corredora y cinturón negro senior en Tae Kwon Do. Si alguien puede salir de una situación difícil es Suzanne», definió el Instituto Max Planck.

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