Hoss Wayne Benham cumplió su primer y único año de vida en 2014. El bebé falleció en un hospital de Cullman, Alabama (EEUU), debido al terrible abuso sexual al que fue sometido por su madre y su padrastro al término de la celebración del cumpleaños.
La madre de Hoss, Crystal Ballenger, y su novio, Jeffrey Hugh Brown, llegaron con el pequeño al hospital, asegurando que no tenía signos vitales luego de que se hubiera ahogado en la bañera. La autopsia que se le practicó al pequeño determinó que tenía cerca de 89 heridas en todo el cuerpo, 38 de ellas en la cabeza y cuello, producto de un fuerte golpe. También presentaba quemaduras en ambos pies y heridas en los genitales.
Un bebé sufrió horribles abusos sexuales infligidos por su madre y su novio y murió “con horror y dolor” en su primer cumpleaños, dijeron los fiscales.
Los peritos determinaron que el bebé perdió la vida por haber sido sometido a tortura física y sexual por parte de su propia madre y su pareja, asegurando que sus últimas 36 horas estuvieron llenas de “horror y dolor”.
Crystal y Jeffrey finalmente reconocieron que ellos habían matado al bebé, además de haber dado positivo a una prueba antidoping, por lo que fueron acusados de abuso infantil agravado, tortura, abuso sexual y asesinato capital. En su momento, el fiscal del distrito del condado de Cullman, Wilson Blaylock, solicitó la pena de muerte después de publicar el informe de la autopsia.
Tras cinco años, la pareja será sentenciada. El juicio en su contra debía iniciar este mes; sin embargo, su abogado solicitó aplazarlo, sin que aún se haya determinado la fecha para su reanudación.
