El jefe de la zona Metropolitana Oeste de Carabineros de Chile, Enrique Monrás, ha descartado este sábado que en el atropello al joven ocurrido este viernes existiera “dolo” y ha apuntado hacia una acción “temeraria” del mismo para explicar el suceso.
«Lo que descartamos es que haya dolo, la intención de atropellar a una persona, más aún cuando el parabrisas del coche policial estaba con pintura y la visión que tiene el conductor respecto del entorno es mucho más complicada que un vehículo normal”, ha indicado Monrás, que se ha referido al atropello como ‘accidente de tránsito’, según ha recogido Radio Cooperativa.
Según él, lo que ocurrió fue que un grupo de “violentos” atacaron a “personal motorizado, lesionando a al menos dos carabineros, además de robar una de sus motocicletas, que intentaron quemar”.
En este contexto, “en los instantes en que ambos vehículos intentaban asegurar la zona con la finalidad de que el personal territorial de infantería pudiera recuperar la motocicleta, uno de los encapuchados en forma temeraria se cruza en la trayectoria de ambos vehículos blindados, siendo atropellado en su extremidad inferior con la estructura frontal del vehículo policial y comprimido contra el lateral de otro coche policial”, ha explicado Monrás.
El joven atropellado, identificado como Óscar Pérez, de 20 años, cuenta con cuatro fracturas en la pelvis, pero se encuentra fuera de riesgo vital.
Este es el verdadero contexto de lo ocurrido ayer #PlazaDeLaDignidad #plazaitalia #carabineros La prensa solo muestra el atropello, NO el contexto completo. pic.twitter.com/ScZYN1IlLB
— Monica Paz Larrain (@mplarrain) December 21, 2019
El carabinero que conducía el vehículo, identificado como Mauricio Carrillo, ha explicado que “no tenía visión” en el momento del suceso. Como medida cautelar hasta que culmine la investigación, para la que se ha dado un plazo de 150 días, Carrillo deberá acudir a una comisaría a firmar mensualmente.
Las protestas en Chile han cumplido ya más de dos meses, después de que la ciudadanía decidiera salir a las calles ante la cuarta subida del precio del metro. A ellos se sumaron colectivos que a su vez reivindicaban mejoras sociales y laborales, así como a nivel educativo y de salud.
Pese a que han bajado su intensidad frente a los primeros días, en las movilizaciones han muerto 20 personas y miles han resultado heridas tras los enfrentamientos con los Carabineros.