La Comisión Europea (CE) anunció hoy que ha impugnado ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) las políticas restrictivas a las importaciones que Argentina viene imponiendo en los últimos años, según anunció en un comunicado el Ejecutivo comunitario.
Este proceso se ha acelerado tras la nacionalización de la petrolera YPF. «Argentina expropió YPF para evitar una crisis energética en el país».
Bruselas ha decidido llamar a consultas a Argentina como primer paso para que la OMC se pronuncie sobre las supuestas medidas proteccionistas, como la imposición de licencias de importación, los procedimientos para conseguirlas o la obligación de las empresas de equilibrar importaciones con exportaciones, como señala la CE.
Fuentes del Ejecutivo europeo precisaron que el procedimiento iniciado, que puede extenderse durante años hasta que Ginebra emita su veredicto, es «independiente» de la expropiación de YPF a la petrolera española Repsol, aunque señalaron que ese caso, «al igual que las medidas restrictivas con las importaciones que la UE desafía hoy, pueden considerarse una expresión de la misma política preocupante».
La CE discrepa con las normas argentinas
En concreto, la CE considera incompatibles con las normas de la OMC la subordinación que impone Argentina de la importación de todas las mercancías a un régimen de autorización previa y de preinscripción, la llamada declaración jurada anticipada de importación.
Según la CE, desde febrero pasado ese requisito de autorización previa se aplica a todas las importaciones.
En segundo lugar, la CE denuncia que centenares de mercancías necesitan, además, una licencia de importación, un procedimiento que «retrasa sistemáticamente las importaciones o hacen que se las rechace por razones poco transparentes».
En ese sentido, recordó que a principios de 2011 ese régimen de licencias afectaba a más de 600 tipos de productos, como la maquinaria eléctrica, los componentes de vehículos y los productos químicos.
Por último, la CE indicó que Argentina exige que los importadores equilibren las importaciones con exportaciones, que incrementen el contenido local de los productos que se fabrican en Argentina o que no transfieran sus ingresos al extranjero.
«Esta práctica es sistemática, no escrita y falta de transparencia», resumió la CE, y añadió que la aceptación de estas prácticas por parte de los importadores «parece ser una condición para obtener la licencia que les permita importar sus mercancías».
Estas medidas retrasan o bloquean las mercancías en la frontera y ocasionan «pérdidas importantes para la industria de la UE y todo el mundo», concluyó.
Un plazo de 60 días
Si en las consultas con Argentina no se encuentra una solución en el plazo de 60 días, la UE puede solicitar que se establezca un panel especial de la OMC que se pronuncie sobre la legalidad de las medidas.
La CE calcula que estas acciones de Argentina, solo en 2011, afectaron a exportaciones europeas a ese país por valor de unos 500 millones de euros.
Añadió que en 2012 las autoridades argentinas ampliaron esas medidas a todos los productos, lo que afecta potencialmente a todas las exportaciones de la UE a Argentina, que representan unos 8.300 millones de euros (según cifras de 2011).
La CE también consideró que, a largo plazo, esta situación creará un clima negativo para el comercio y las inversiones, y señaló que las medidas restrictivas afectan también a otros 14 países además de a los 27 de la UE.