El Gobierno argentino expropió a Repsol en mayo el 51 por ciento que poseía hasta entonces en YPF
Es una vuelta de tuerca más. Tras haber expropiado a Repsol, saltándose la legislación internacional, la presidenta Cristina Kirchner da un nuevo salto.
Incapaz de gestionar sus propios yacimientos y con protestas crecientes en las calles, mientras la población se empobrece, echa mano ahora de los nortamericanos.
La petrolera estatal argentina YPF y la firma estadounidense Chevron han firmado este viernes un acuerdo para explotar de manera conjunta hidrocarburos no convencionales en la zona de Vaca Muerta, lo que ha llevado a Repsol –antiguo máximo accionista de YPF– a amenazar con emprender acciones legales.
El presidente de YPF, Miguel Galuccio, y el responsable para América Latina y Africa de Chevron, Ali Moshiri, han rubricado en Buenos Aires el memorando de entendimiento, que establece el interés de ambas compañías por evaluar, mediante un proceso de investigación y desarrollo de proyectos conjunto, el posible aprovechamiento de Vaca Muerta.
Galuccio ha destacado de que la firma supone «el primer paso de una relación que será larga e importante», mientras que Moshiri se ha mostrado «satisfecho» por «acompañar este nuevo proceso de YPF», ya que «su éxito será el de todo el sector», según declaraciones recogidas por la agencia oficial Télam.
El Gobierno argentino expropió a Repsol en mayo el 51 por ciento que poseía hasta entonces en YPF, confiscación por la que la petrolera española reclama una indemnización de 10.000 millones de dólares.
Un portavoz de Repsol ha explicado a Europa Press que el departamento legal de la compañía está estudiando el acuerdo alcanzado entre Chevron e YPF y ha confirmado que emprenderá acciones legales.