Las defunciones en la próxima década serán un 7,8% más que las habidas entre 2001 y 2010
El Ministerio de Empleo y Seguridad Social estima que España perderá casi un millón de habitantes en lo que resta de década porque la emigración de ciudadanos al exterior será mucho más acusada que la llegada de inmigrantes, y eso, aunque calculan que 450.000 personas entrarán en el país de aquí a 2020 todos los años.
Así lo recoge el Informe Informe Económico Financiero a los Presupuestos de la Seguridad Social de 2013 elaborado en el departamento que dirige Fátima Báñez, un documento que analiza «los datos demográficos y de mercado de trabajo fundamentales para la evaluación del Sistema», en el que se ha basado el Ejecutivo para asignar su partida presupuestaria.
Con datos del Instituto Nacional de Estadística, Empleo explica que la migración exterior constituye «el componente más volátil e incierto del devenir demográfico futuro», como muestra el descenso experimentado respecto de épocas anteriores en los años 2011 y 2012, caída que el ministerio atribuye «fundamentalmente» a la crisis econonómica».
Con todo, para el periodo 2011-2020 estima un flujo en torno a los 450.000 inmigrantes anuales y calcula que la emigración superará esta cifra, «resultando con ello un saldo migratorio negativo, llegando a acumular una reducción de la población en esta década de 945.000 personas», tal y como reza el informe.
Esta no es la única variable de descenso poblacional que se tiene en cuenta para diseñar los presupuestos, aunque sí la que reportará una mayor pérdida de habitantes al país, según el documento del Ministerio de Empleo.
Entra en juego el crecimiento vegetativo, que el informe prevé en descenso progresivo hasta alcanzar un saldo anual de 19.969 personas menos en 2020.
«A partir de 2008 ha cambiado la tendencia del saldo vegetativo como consecuencia del descenso de los nacimientos y el incremento de defunciones.
En la década de los años 20 posiblemente el saldo sea negativo», concluye el documento del Ministerio de Empleo.
Sobre los nacimientos, apunta que serán un 4,7 por ciento menos en esta década que en la anterior, de manera que serán 396.000 en 2020, un 18,1 por ciento menos que en 2010, a pesar de que la tasa de fecundidad se mantendrá «ligeramente favorable».
Según explica, este descenso de nacimientos vendrá «determinado por la reducción del efectivo de mujeres en edad fértil».
Por otro lado, apunta que «el envejecimiento poblacional determinará un incremento del número de fallecimientos en los próximos años» y, en concreto, las defunciones en la próxima década «serán un 7,8% más que las habidas entre 2001 y 2010».