Nadie que estuviese mediamente informado haría turismo por estas zonas
Ya se saben porque asesinaron a José Montoya y Fernando Carmona y los tiraron a un canal, con coche y todo.
Los dos españoles eran exactamente lo que decían ser: vendedores de ropa.
Su problema, esta vez, es que ponían precios altos por la mercancía y se toparon con el narco, como explica la Fiscalía mexicana:
«El problema es que vendían caro, haciéndoles creer a sus compradores que se estaban llevando algo fino, hecho en Madrid o Barcelona, cuando en realidad se trataban de prendas baratas».
Hay familias españolas que llevan actuando de esta forma en México desde los años setenta. El negocio se hereda de padres a hijos.
Haciéndose pasar por sobrecargos de la aerolínea Iberia o empresarios con un excedente de ropa que no quieren devolver a Europa, abordan a cualquier transeúnte. En cualquier lugar del país.
«La principal hipótesis del asesinato es que utilizaron este truco con quien no debían. Con alguien peligroso al que cabrearon mucho».
Los cadáveres de José Montoya y Fernando Carmona, de 58 y 57 años, fueron rescatados hace algo más de seis meses de las profundidades del canal. Los cuerpos estaban esposados en la parte trasera del coche y presentaban varios disparos de bala.
Los comerciantes se hospedaban, junto a otras dos personas, desde finales de abril en Flamingos, un modesto hotel de las afueras de Culiacán, la capital de Sinaloa.
Compartían una habitación y apenas pasaban tiempo en el hotel. Salían a primera hora de la mañana y no regresaban hasta la noche.
El día 4 de mayo salieron para no volver más.
Las autoridades locales filtraron en un primer momento que los comerciantes estaban realizando un recorrido gastronómico cuando fueron secuestrados, algo que suena muy poco creíble en una región con una alta tasa de asesinatos en la que predominan las batallas entre carteles de la droga.
Sinaloa es uno de los Estados más violentos del país y es sede del grupo criminal que comanda Joaquín El Chapo Gúzman, el hombre más buscado del mundo.
«Nadie que estuviese mediamente informado haría turismo por estas zonas».