El Gobierno debió haber dispuesto el embalsamamiento de Chávez la misma noche de su fallecimiento porque el proceso requiere un mínimo de ocho horas de tratamiento tras la muerte
El Gobierno de Venezuela ha anunciado que descartó la opción de embalsamar el cuerpo del fallecido presidente Hugo Chávez tras recibir el informe de una comisión médica rusa que señaló que para practicar el procedimiento debía trasladar los restos del mandatario a Rusia durante, al menos, siete meses.
Ministro de Comunicaciones de Venezuela, Ernesto Villegas en su cuenta de Twitter @VillegasPoljakE:
«Quedó descartada la opción de embalsamar el cuerpo del Comandante Chávez luego del informe de una comisión médica rusa.»
El ministro también comentó, por la misma vía, que una:
«comisión médica rusa estableció que para practicar el procedimiento, el cuerpo debía ser trasladado a Rusia por lapso de entre 7 y 8 meses».
Finalmente, reiteró que:
«tras este informe, quedó descartado el embalsamamiento, que era una aspiración sentida de numerosos compatriotas».
El cuerpo del gobernante fue trasladado al Cuartel de la Montaña, lugar en el que Chávez se refugió cuando dirigió como militar el golpe de Estado de 1992, y allí permanecerá hasta que se decida el lugar de sepelio definitivo de sus restos.
Maduro quería embalsamarlo
El 7 de marzo 2013, dos días después de que el gobernante falleciera tras combatir durante 20 meses un cáncer que le fue detectado a mediados de 2011, el presidente encargado, Nicolás Maduro, anunció que el destino del cuerpo de Hugo Chávez será una urna de cristal en la que permanecerá embalsamado «eternamente» para que sus seguidores lo puedan ver. Señaló entonces que el cuerpo sería llevado al Museo de la Revolución, en el oeste de Caracas, una primera parada en su viaje hacia el mausoleo que albergará definitivamente sus restos.
Mientras, seguidores del fallecido jefe de Estado y dirigentes de su partido, el Socialista Unido de Venezuela (PSUV), habían planteado la posibilidad de que Chávez fuera llevado al Panteón Nacional, donde reposan los restos del Libertador Simón Bolívar.
No obstante, la propuesta que se haría ante la Asamblea Nacional de la enmienda constitucional para llevar los restos de Chávez al Panteón se pospuso porque el oficialismo quiere estudiar más «los mecanismos» para ese traslado.
Tres tratamientos con formol
El diario El Nacional informó de que el cadáver de Hugo Chávez fue sometido a tres tratamientos con formol, desde el 5 hasta el 15 de marzo 2013, para que pudiera permanecer en la Academia Militar. Según la información, durante este proceso realizado en las tres ocasiones en la madrugada, el ingreso al público fue suspendido.
La experta patóloga Antonieta De Dominicis, entrevistada por el diario, descartó que pueda ser embalsamado por el tiempo transcurrido desde su muerte: «Hicieron una preparación transitoria, como hacen a muertos comunes», sobre todo a aquellos que deben ser trasladados fuera del país. Además, explicó que «para este procedimiento, el formol es el líquido por excelencia, porque tiene todas las propiedades: es conservante, antiséptico, el más económico y además es desodorizante».
Para De Dominicis, el Gobierno debió haber dispuesto el embalsamamiento de Chávez la misma noche de su fallecimiento porque el proceso requiere un mínimo de ocho horas de tratamiento tras la muerte:
«El beneficio del embalsamamiento es que conserva el cadáver en buen estado, pero si posteriormente se necesitan realizar pruebas toxicológicas que no se hayan practicar antes de aplicar el químico, podría haber alteración de los resultados. Aunque se supone que en el ataúd también podría colocarse un recipiente con una muestra del químico utilizado, para que si se le hacen posteriormente otras pruebas, se descarten esos componentes».
El proceso fue realizado por un experto de la Funeraria Vallés y con este tratamiento de conservación, se permitió que el cuerpo permaneciera en buen estado hasta su traslado este viernes al Museo de la Revolución. Los responsables directos del velatorio del presidente Chávez fueron la Casa Militar y la ministra de Presidencia y de Seguimiento de la Gestión del Gobierno, la almirante Carmen Meléndez, encargada de establecer contactos internacionales en embalsamamiento de cadáveres para determinar si el cuerpo de Chávez podía pasar por ese proceso.