Rafael Correa, presidente de Ecuador, quisiera tener en su gobierno de marcado carácter populista a alguien como Pablo Iglesias, con el mismo carisma y las mismas ganas de liar la marrana a la primera de cambio.
Así se lo comentó a Jordi Évole en ‘Salvados’, en diciembre de 2014:
«Si tuviera que fichar a un dirigente para mi Gobierno, ficharía a Evo Morales. Miren cómo tiene a Bolivia. O a Mujica. O a Pablo Iglesias. Coincidimos mucho con su visión».
Y hechos son amores, que diría el poeta, -y no precisamente el de Zamora que tanto ensalza el padre del líder de Podemos-, sino uno abstracto que sirve para encauzar una ayuda monetaria como ‘de refilón’ desde Ecuador a la formación morada que no es moco de pavo: 685.038 euros en dos años.
Y la ‘dádiva’ sigue… todo ello a través del famoso CEPS, Centro de Estudios Políticos y Sociales, a quien Venezuela le ha cerrado ahora el grifo.
Pero Correa, amigo confeso e incondicional de Nicolás maduro, -el mismo que ve a los fantasmas de la derecha fascista apostados en cualquier esquina-, está al quite desde Quito.
ACUERDO
Tal y como apunta Adriana Noboa en ‘El Economista’, la fundación ligada a los líderes de Podemos podrá seguir recibiendo fondos del Gobierno ecuatoriano hasta el 30 de noviembre de 2016.
El montante citado lo percibió entre 2013 y 2014, (274.432,24 euros ese primer año y 410.606 en el segundo), y se ha ido entregado desde la Secretaría de Cooperación Internacional de ese país a CEPS, por
«elaborar estudios técnico-políticos sobre la planificación y democratización del Estado y para crear una red de contactos nacionales e internacionales, con números telefónicos, cuentas en redes sociales, y correos electrónicos».
El último convenio fue firmado por su entonces representante, José María Guijarro, que llegó a Quito en 2010 y en septiembre de ese mismo año pasó a ser asesor del canciller Ricardo Patiño.
Asimismo se diseñaron estrategias para la Dirección de Comunicación y Análisis Político, entre ellas la orientación de los procesos de integración latinoamericana.
OTRO CONVENIO
El 28 de marzo de 2014, Ceps se aseguró otro convenio, por tres años, con la Corte Constitucional.
Ahí se compromete a «implicar a universidades españolas» en los cursos que organicen en conjunto para «conseguir su aval académico». Y aunque sólo se establece la cooperación técnica y académica,
«en caso de acordarse acciones que impliquen gasto, las partes podrán celebrar convenios específicos».
Menos de un año después, el 5 de enero pasado, Cabo de la Vega firmaba un contrato individual con la Corte. La consultoría para la elaboración de un nuevo convenio latinoamericano de Derechos Humanos tuvo un coste de 40.360 euros.
El portal PlanV publicó recientemente la relación entre René Ramírez, secretario de Educación Superior ecuatoriana, y el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), creado por los cuadros de Podemos en Quito y dirigido por Alfredo Serrano Mancilla, exmiembro de CEPS.