Generalmente, los convenios o tratados internacionales son de los gringos de Estados Unidos
Al grito de ‘Viva la coca y mueran los yanquis!’, el presidente boliviano, Evo Morales, ha calificado de victoria frente al Imperio (Estados Unidos) el permiso que ha concedido Naciones Unidas para el masticado de la hoja de coca y que supondrá el reingreso de Bolivia en la Convención Única sobre Estupefacientes de la ONU.
Bolivia se retiró de dicho tratado en enero de 2012 porque uno de sus artículos veta la hoja de coca al contener alcaloides usados en la fabricación de la cocaína.
La Paz solicitó el reingreso en diciembre y, el pasado 11 de enero de 2013, la ONU confirmó que volverá el país sudamericano a la Convención en febrero, después de que solo 15 Estados se opusieran -Estados Unidos entre ellos-.
El reingreso contempla una exención para el masticado de la hoja de coca, una práctica tradicional en determinadas áreas y entre determinados colectivos de Bolivia.
Miles de ciudadanos han salido este 14 de enero a las calles de las principales ciudades del país para celebrarlo.
Morales se ha dirigido a la multitud en Cochabamba para festejar que se hayan cambiado «las normas del imperialismo norteamericano con relación a la hoja de coca».
«Generalmente, los convenios o tratados internacionales son de los gringos de Estados Unidos y la exención es el fruto de la lucha del pueblo y de la lucha política, ideológica y cultural».
El presidente boliviano ha señalado a Estados Unidos como principal responsable de la supuesta persecución contra el masticado de la hoja de coca, práctica por la que Morales ha abogado desde su llegada al poder.
«Pese a los intentos norteamericanos, nunca podrán erradicar nuestra identidad».
Morales ha subrayado que, si la ONU ya no establece para la hoja de coca un estatus similar al de la cocaína, los productores han dejado de ser narcotraficantes y los consumidores, por tanto, no tienen por qué ser vistos como drogadictos.
Al terminar su discurso, el mandatario gritó varias veces «Kausachum coca, huañuchum yanquis», considerado el grito de guerra de los cocaleros y que en lengua quechua significa «Viva la coca y mueran los yanquis»