Poco importa que uno de sus líderes, Stefan Johansson, -presidente regional en la provincia sueca de Halland de la Federación para la Igualdad Sexual (RFSL)-, fuera condenado en octubre de 2014 a cinco años de cárcel por los delitos de violación agravada, detención ilegal de personas, proxenetismo, explotación sexual de una persona dependiente, asalto y abuso de confianza.
Ellos siguen a lo suyo con la bendición de la ONU, que en 2007 les concedió el estatus de organismo consultivo del Consejo Económico y Social mientras les riega con generosas subvenciones.
Tjena, och välkomna. Så här har vi det i gamla sweden? #rfsl pic.twitter.com/khgTVD3SMD
— Robert Perlskog (@robertperlskog) 4 de abril de 2017
Y ahora la han vuelto a montar gorda en Suecia, donde las redes sociales echan humo contra ellos y su acólitos, (que llegan a defender incluso las practicas pedófilas), ya que han lanzado un gráfico y burdo folleto donde enseñan a los solicitantes de asilo recién llegados al país cómo practicar sexo homosexual, a la par que animan a los inmigrantes trans a que se cambien de sexo a la primera de cambio en una de las seis clínicas suecas habilitadas al efecto, y con todos los gastos pagados. La ONG no se olvida tampoco de los discapacitados extranjeros.
La ONU les sufraga además la edición su revista ‘Salir del Armario’, mientras sus casi 10.000 miembros registrados organizan en escuelas, hospitales, prisiones y donde se tercie, diferentes campañas para influir en la cultura y en la conciencia de la gente acerca de la «normalidad» de los actos lésbicos, transexuales y queer.
En 1998, la RFSL creó el grupo PAG (Grupo de Trabajo de Pedofilia), desde el cual se defienden las relaciones entre menores de edad con personas adultas, esperando algún día poder «normalizar» este tipo de relaciones. El Gobierno sueco les ha apoyado además, y no pocas veces, con dinero público para sus actividades.
El folleto que nos ocupa, titulado «La salud y los derechos sexuales en Suecia», abarca una variedad de temas, e incluso se dan consejos a los ‘ilegales’ sobre cómo deben burlar a la policía para evitar ser deportados.
Contiene además ilustraciones gráficas de actos sexuales explícitos que ha dibujado la ‘artista’ Bitte Andersson, que es también directora y actriz. Según la base de datos de Internet Movie (IMDB), dirigió la película Dyke Hard (2014).
Los ideales de la organización han estado marcados por algunas organizaciones feministas y también por grupos islamistas, ambas unidos en el objetivo de acabar con la etnia autóctona europea.