En este lugar, se respira un aire terrorífico. Dicen que seres vestidos de blanco habitan el lugar y espantan a los visitantes.
Una de las primeras historias se remonta a 1912, cuando dos mineros buscaban vías para sus excavaciones. Una pared se derrumbó ante ellos, dejando al descubierto una cavidad que ocupaban dos entes luminosos. Hay dos versiones: en una, huyeron despavoridos en busca de la Guardia Civil; en la otra, los entes les mostraron el lugar perfecto para cavar.
Aquí han ocurrido un gran número de desapariciones en las últimas décadas. La más escalofriante, ocurrió a finales del siglo XIX cuando una niña del cercano pueblo de San Juan fue a recoger peras a los pies del barranco. Cuando regresó a su casa había pasado algo que dejó perplejo a todos.
¿Quieres saber que le pasó a la niña? En el video te lo contamos.