8 curiosidades sobre las Auroras Boreales que no olvidarás

Auroras Boreales, ¿pájaros de mal agüero?

Las auroras boreales además de ser un espectáculo de luces en el cielo, han formado parte de las historias más asombrosas de la humanidad.

Los vikingos, creían que eran dragones en el cielo y serpientes voladoras.

Pensaban que era un símbolo de mal presagio.

En España, durante la noche del 25 al 26 de enero de 1938, se creyó que el cielo se teñía de sangre, pues una impresionante aurora boreal iluminó el cielo tras el crepúsculo.

Fue uno de los momentos más terroríficos de la Guerra Civil.

Durante las grandes explosiones solares, enormes cantidades de partículas son arrojadas por este astro al espacio.

De allí, el origen de las auroras boreales.

Son muchas las historias que cuentan que, más allá de lo que hoy vemos como una de las grandes maravillas de la naturaleza, antes era visto como “pájaro de mal agüero”.

¿Quieres saber algunas de ellas?

  • Aurora significa “brillo del sol naciente” y Boreal, “septentrional”.
    Los términos “aurora” y “boreal” tienen origen latín. “Aurorae”, deriva a su vez del indoeuropeo “aus”, que significa “brillo del sol naciente”. “borealis”, por otra parte, quiere decir “septentrional”. De esta forma, podemos considerar que el concepto de aurora boreal viene a querer decir “el brillo del sol naciente perteneciente a la zona septentrional”.
  • Son impredecibles.
    A pesar de que a día de hoy existen sistemas y aplicaciones que alertan sobre cuándo es más probable que haya auroras, debéis saber que éstas son impredecibles. Gracias a los satélites podemos saber con 2 o 3 días de antelación si habrá o no probabilidad de ver auroras, sin embargo, se basan en predicciones y estimaciones, por lo que no es algo muy certero. No hay seguridad de que vayan a verse ni se conoce con certeza los momentos en que serán más activas. Y es que una aurora boreal puede pasar de mostrar una débil luz de color gris a reflejar un abanico de intensos colores verdes, rosas y azules en cuestión de segundos. Una cosa queda clara: las auroras boreales, al igual que llegan, se van. Así que si has sido capaz de ver una en directo, siéntete afortunado.
  • Pueden aparecer en verano.
    En el sentido del punto anterior, podemos decir que las auroras boreales son fenómenos muy caprichosos. Lo más común es que aparezcan del 21 de septiembre hasta el 21 de marzo (entre otoño e invierno). Pero, éstas han dejado verse también en los meses de verano. Lo que sabemos es que cuanto más despejada esté la noche, más probable será poder verlas. Además, si hay Luna Nueva, recomendamos la mejor hora para observarlas entre las 23:00 p.m y las 2:00 a.m.
  • Emiten sonidos.
    En el 2012, unos investigadores de origen finlandés demostraron que las mismas partículas solares que emiten las descargas de luz, forman un sonido similar a las palmadas. Algunos dicen que el sonido se asemeja también al emitido al caminar sobre hojas secas. Este ruido solo es perceptible a unos 70 metros sobre el nivel del suelo.
  • Se llevan observando más de 4.000 años.
    Hace más de 4.000 años se escribió un texto en el que se relataba la visualización de una aurora boreal. El escrito es de origen chino, y fue escrito por la madre del Imperio Amarillo de Shuan-Yuan, Fu-Pao. Desde ahí, se han encontrado restos de otros textos en los que se mencionaba este fenómeno, desde vikingos hasta el antiguo testamento de la Biblia. Sin embargo, a pesar de ser un hecho admirado durante miles de años, no fue hasta el 1908 cuando se pudo explicar su origen. Fue un científico noruego, Kristian Birkeland, quien descubrió el por qué de esas luces en movimiento en el cielo. Se trataba de una consecuencia del choque de las partículas cargadas procedentes del sol con el campo magnético de la Tierra.
  • A través de las cámaras se ven mejor.
    Ya lo comentamos en nuestro anterior post sobre la temporada de Auroras Boreales, las retinas humanas a veces son incapaces de detectar determinadas luces que emiten las auroras boreales, en concreto las rojas. Nuestro ojo se encuentra en el límite de sensibilidad para ser capaces de visualizar todas las tonalidades. Por esa razón, las cámaras pueden captar fotografías únicas, incluso más espectaculares que lo que podríamos ver en directo. Cabe decir que, un ajuste de larga exposición en la cámara, si lo unimos a un cielo despejado y oscuro ayudará a contemplar en todo su esplendor las auroras boreales.
  • En 1938 se vio una aurora boreal en España.
    En mitad de una Guerra Civil, nuestro país fue capaz de contemplar una aurora boreal. Muchos pensaron que se trataba de un incendio o explosión, sin embargo, tenían delante un fenómeno natural que es prácticamente imposible ver en esta zona. En 1989 volvió a observarse una aurora boreal en Galicia, así que no descartamos que algún día podamos volver a disfrutar de esta maravilla de la naturaleza en nuestras tierras.
  • Existen auroras polares en otros planetas.
    Todos aquellos planetas que dispongan de su propio campo magnético y una densa atmósfera (como La Tierra), podrán tener auroras polares. ¿Conoces algún candidato? Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno son algunos de los que conocemos. Y no hace falta trasladarse a estos planetas para observarlo, gracias a las imágenes extraídas por la NASA, podemos observar espectáculos muy similares a los que se observan en nuestro planeta. El fenómeno tiene una mayor magnitud en estos planetas, y es que se trata de órdenes de magnitud mucho más intensas que las de La Tierra.

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