Desde tesoros perdidos, copas religiosas, joyas extremadamente preciosas… hasta rocas capaces de transformar el plomo en oro y otorgar la vida eterna.
Son algunas de las teorías más conocidas de todo el mundo.
En el video te lo contamos.
Sólo un 20% de los objetos perdidos vuelve a sus dueños
Vacaciones, aeropuertos y estaciones, trenes para un lado, autobuses para el otro, ciudades, montañas, playas y cuántas cosas olvidamos por el camino.
Muchas de ellas acaban en una oficina de objetos perdidos.
Parece que perder, perdemos mucho, pero solo el 20 por ciento de los artículos que entran en estas oficinas vuelven a sus dueños.
En esas estanterías hay ahora más de 100.000 objetos entre carteras, bolsos, gafas o maletas.
Pero también algunos menos habituales como sillas de ruedas, muletas, bastones, instrumentos musicales o tiendas de campaña; y otros excepcionales como un traje de torero, capote incluido, que entra en subasta el año que viene.
Esa es la salida de muchos de estos artículos: si pasan dos años sin que su dueño los reclame, pasan a centros de salud, residencias, ONGs o se venden al mejor postor.
50.000 objetos se pierden cada año en el Metro de Madrid
La oficina de objetos perdidos de Metro de Madrid registra cerca de 50.000 objetos al año.
Los móviles, lo que más perdemos: Hasta cuatro teléfonos al día acaban en esta oficina. Pero también llegan llaves, monederos y prendas de vestir.
Solamente un 7% de las personas que pierden algo en el metro, acuden a buscarlo a la oficina
Los objetos permanecen dos días en la estación donde se han encontrado. Si nadie los ha reclamado en ese plazo, se trasladan a la oficina de objetos perdidos y, una vez allí, son custodiados durante dos años.
Pasado ese tiempo, aquellos que siguen sin dueño son subastados por el Ayuntamiento de Madrid en su página web.