Nuestro comandante ha sido el líder venezolano más vilipendiado por la canalla mediática nacional e internacional
Nicolás Maduro ha prometido continuar con «mano dura» la «causa de Chávez», en el discurso de investidura como «presidente encargado» de Venezuela pronunciado en la Asamblea Nacional.
El antiguo conductor de autobús que llegó a ministro de Exteriores y después a vicepresidente, que destacó por su lealtad sin fisuras a Hugo Chávez entre cientos de leales sin fisuras, prestó este 8 d emarzo de 2013 juramento como el presidente número 48 de Venezuela.
Ahora, el Comité Nacional Electoral deberá convocar elecciones que previsiblemente se celebrarán en abril.
Maduro pronunció un discurso de más de una hora en el que no pudo evitar el sollozo cuando sintió el peso de la banda presidencial.
«Esta banda de mi comandante, esta presidencia… Perdonen estas lágrimas, pero esta banda es de Hugo Chávez».
Como no podía ser de otro modo, Maduro se acordó una vez más de la «prensa canalla«, recordó en todo momento a Chávez , calificó la enfermedad de «extraña«, pero evitó revelar qué tipo de cáncer padeció su antecesor.
Sus primeras decisiones como presidente han sido encargar al Centro Nacional Electoral la convocatoria de elecciones «lo antes posible» y nombrar como vicepresidente del hasta ahora ministro de Ciencia y Tecnología y yerno de de Chávez, Jorge Arreaza.
UNA EXTRAÑA ENFERMEDAD
«Juro a nombre de nuestros niños y niñas, de los soldados de la Patria, de los obreros, de los campesinos; juro a nombre de la lealtad más absoluta al comandante Hugo Chávez, que cumpliremos y haremos cumplir esta Constitución bolivariana con la mano dura de un pueblo dispuesto a ser libre. ¡Lo juro!'».
«Lucharé para defender al pueblo y para cumplir con el juramento de continuar su camino, la revolución, la causa de Chávez y echar adelante el socialismo bolivariano, para hacer cumplir su legado».
Ha sido el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien le ha impuesto la banda presidencial.
Sobre su nombramiento, Maduro ha apuntado que «no entendía claramente su decisión».
«No podía hablar porque yo sabía que siempre la intuición de Hugo Chávez había sido certera. Y su intuición le decía que él no iba a salir de este trance, aún el sentía que su fuerza podía no darle para salir de la operación».
Maduro e ha explayado a la hora de certificar que, en ningún momento y en vistas al empeoramiento de la salud de Chávez, ha obedecido sus ambiciones personales para alzarse como presidente de Venezuela.
«Nunca aspiramos, jamás, a ningún cargo y menos al de la Presidencia de la República porque estábamos orgullosos con nuestro presidente y del que todavía estamos hasta el ultimo suspiro de vida».
«La única felicidad que se podía esperar era un poco de reposo porque con Hugo Chávez no había».
En su defensa, Maduro ha insistido en que este momento, en el que Chávez se veía inhabilitado físicamente para ejercer como presidente, era «algo raro«:
«Una pesadilla de la que no se podía despertar en ningún momento. No hemos estado ningún segundo de nuestra vida sin apoyarlo, sin sentirlo, sin respaldado. ¡Ay, qué necesidad hoy de sentir sus órdenes!».
«No es por ambición personal. Compatriotas, no estoy aquí por ambición (…) Yo no estoy aquí porque represente a grupos económicos, de la oligarquía o del imperialismo norteamericano, ni a grupos ni a grupúsculos».
«Estamos aquí, todos, que hemos conformado la dirección político militar de la revolución«, ha arengado Maduro, «para garantizar la estabilidad política, la paz y que la revolución continúe su rumbo socialista bolivariano».
Durante la enfermedad de Chávez, las luchas internas en el seno del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se habría agriado entre Maduro y Cabello, dos alas del ‘chavismo’, por el control del partido gobernante y, por ende, del Ejecutivo venezolano.
En todo momento, el otrora vicepresidente y el presidente de la Asamblea Nacional desmintieron cualquier enfrentamiento.
Mensaje a la oposición
Precisamente, Maduro ha reprochado con asiduidad a los medios de comunicación con airear y divulgar «rumores infundados» sobre el Gobierno y el PSUV.
En este sentido, el presidente ‘encargado‘ venezolano ha abundado durante su discurso de investidura sobre los continuos «ataques» recibidos por los medios y por la oposición, liderada por el gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, y aglutinada en torno a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
«Nuestro comandante ha sido el líder venezolano más vilipendiado por la canalla mediática nacional e internacional. Cuánto odio inocularon en las consciencias y sentimientos de gente manipulada».
«¿Por qué este pueblo jamás dejó a Hugo Chávez? ¿Tendrán una respuesta lógica? Seguramente no».
Maduro ha reprendido a la oposición que las críticas llegaran a «niveles de mezquindad propias del fascismo», al tiempo que la bancada del PSUV gritaba ‘¡No volverán!’.
«Nos dirigimos a los pequeños grupos de la ultraderecha. Por favor, respeten el dolor del pueblo. Y a todo nuestro pueblo, (le pedimos) consciencia y paciencia, no se dejen contagiar por la respuesta iracunda y fuera de base de estos pequeños grupos».
Entretanto, comenzaba de nuevo a retumbar en la Asamblea Nacional los eslóganes ‘El pueblo unido jamás será vencido’.
En un día en el que Capriles ha comparecido en rueda de prensa para arremeter contra el Gobierno y contra el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela por avalar la investidura de Maduro, el «presidente encargado» de Venezuela ha aseverado que no interferirá en las directrices de la Constitución.
«Jamás hemos tocado una página de esta Constitución».
Un artículo que «remueve las aguas»
«Estamos aquí, cumpliendo la orden del comandante jefe y cumpliendo con la Constitución. No puede quedar duda a algún venezolano o venezolana, por muy opositor u opositora de derechas que sea, que acudir al artículo 233 es criminal y es remover las aguas«, ha argüido Maduro, que ha cargado contra la «tempranera y desesperada» reacción de la oposición.
Dicho artículo establece que, dada una «falta absoluta» del presidente, se deberá convocar elecciones si se produce durante los primeros cuatro años de mandato.
En su defecto, si la «falta absoluta» tiene lugar en los últimos dos años de los seis de la legislatura, el vicepresidente hereda el poder del presidente.
Maduro ha ensalzado la «tranquilidad» y la «solidaridad» del pueblo venezolano, razón por la cual el Ejército «no va a levantar sus fusiles jamás contra el pueblo».
No obstante, el presidente interino ha reiterado que está abierto a «escuchar todas las puestas de debate, todas las opiniones».
Relaciones exteriores
Por último, el «presidente encargado» ha indicado que mantienen una «relación extraordinaria» con la sociedad estadounidense y ha emplazado a Washington a «aprender a convivir con la insurrecta América Latina»
. «No habrá imperio que pueda tocar tierra venezolana en la historia de Venezuela».
Frente al «imperialismo», el presidente interino venezolano ha exhortado a Latinoamérica y el Caribe a erigir «un bloque político, cultural, militar» a partir de la cual conformen unas «fuerzas militares poderosas» y eviten «bases militares gringas».
Los asistentes ‘chavistas’ comenzaron a entornar el cántico ‘El pueblo de Bolívar, con América Latina’.
Maduro ha concluido el discurso, de cerca de una hora de duración y en medio de aplausos:
«¡Qué viva el comandante Hugo Chávez y la historia gloriosa bolivariana!».