El proveedor nacional de vino de misa tiene problemas para suministrarlo, dado que en el país gobernado por Nicolás Maduro escasean algunos productos básicos
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha decidido poner al frente de la Fundación Misión Milagro, un programa social millonario fundado por el fallecido Hugo Chávez y el expresidente cubano Fidel Castro, a la hija mayor del primero, Rosa Virginia Chávez, quien además estará bajo las órdenes de su marido, el vicepresidente Jorge Arreaza.
Maduro ha anunciado este fin de semana su decisión de que Rosa Virginia Chávez se ponga al frente de este programa creado en 2004 con el objetivo de brindar atención oftalmológica a personas de bajos recursos tanto de Venezuela como del resto del continente.
En 2013, el programa contará con un presupuesto de 90,1 millones de bolívares (algo menos de 11,1 millones de euros), según informa este lunes el diario «El Nacional», que precisa que la fundación recibe transferencias de la Vicepresidencia y del Despacho de la Presidencia.
Según subraya el rotativo, el dinero que gestionará la hija de Chávez está muy por encima de otras iniciativas y proyectos sociales del Ejecutivo venezolano.
Solo el 40 por ciento de los fondos que recibirá la fundación serán propiamente destinados a la atención de los pacientes, según datos del Presupuesto del Estado para este año.
Así está previsto atender a 140.000 pacientes (86.000 mujeres y 54.000 hombres), con una inversión de 36 millones de bolívares, mientras que el resto de los recursos, 54,1 millones de bolívares, serían destinados a gastos operativos, de personal y funcionamiento de la fundación.
Según datos oficiales, desde 2004 hasta el presente la Misión Milagro ha atendido a 1,2 millones de latinoamericanos, beneficiarios de cirugía oftalmológica y otros tratamientos de la vista.
Rosa Virginia Chávez, de 36 años, estudió Relaciones Internacionales en la UCV y está casada desde 2008 con el ahora vicepresidente Jorge Arreaza, con quien tiene dos hijos.
Hasta la fecha no había ejercido ningún cargo público, pero entre 2002 y 2011 acompañó a Chávez en actos oficiales dentro y fuera de Venezuela.
Asimismo, estuvo con su padre durante todo el tratamiento contra el cáncer que finalmente le costó la vida el pasado 5 de marzo.
SIN VINO DE MISA
La Iglesia Católica venezolana indicó este lunes que sus reservas de vino para celebrar misa están al límite, porque su único proveedor nacional tiene problemas para elaborarlo, en momentos de nueva escasez de algunos productos básicos en el país.
«Las reservas se están acabando», dijo este lunes el arzobispo de Coro (oeste) y presidente de la comisión de medios de comunicación social de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Roberto Lucker.
El prelado señaló que el problema comenzó cuando Bodegas Pomar, subsidiaria de Empresas Polar, notificó recientemente al Episcopado que ya no podría seguir proveyéndole el vino necesario para la liturgia porque es difícil conseguir los ingredientes para producirlo.
Lucker afirmó que Pomar es el único fabricante de vino en Venezuela y que «sustituirlo no es fácil», especialmente por los costos.
«Tendríamos que importarlo, pero no tenemos los dólares para eso», explicó el arzobispo, que no descartó que la Iglesia acuda al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, para solicitar divisas con el fin de traer directamente el vino.
Lucker alertó de que las reservas de vino que ahora tiene la Iglesia alcanzan para «dos meses», y recalcó que en la Eucaristía se utiliza un mosto solo «de uva, sin aditivos», por lo que es un producto que no se consigue en cualquier bodega.