Llegó desde España en los años 80 a la localidad costera de Chichiriviche, al oeste de Caracas, tras poner pies en polvorosa a raíz de un atentado fallido contra un policía nacional.
Desde entonces está considerado dirigente de la banda ETA y líder de la estructura en el exilio, junto a los también etarras Koldo Zurimendi y Asun Arana.
No es otro más que Xabier Arruti, a quien se le ocurrió ganarse las lentejas abriendo en el citado lugar, donde precisamente De Juana Chaos regenta una cutre licorería, un restaurante de postín.
ENCHUFE A TODAS LUCES
Representante en el estado de Falcón del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), -la formación del chavismo-, ha encontrado ahora otro trabajo de la mano de Nicolas Maduro, empeñado en ‘chinchar’ al Gobierno español usando como moneda de cambio a la organización terrorista.
Según consta en la base de datos del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, ya presta sus servicios en la compañía Gas Comunal SA, una filial de PDVSA, la petrolera estatal.
De todo ello da cuenta ‘El Confidencial’, quien agrega que Arruti se endosa un sueldo de 11.976 bolívares al mes, 1.669 euros al cambio, más del doble del salario mínimo.
OTRO MÁS
No es el único etarra que está en nómina de la Administración venezolana. El anterior hombre fuerte de la banda en ese país, el también reclamado por España Arturo Cubillas por haber ejercido presuntamente de enlace entre ETA y la guerrilla colombiana de las FARC, encontró primero un refugio económico en el Instituto Nacional de Tierras y de ahí saltó luego a la Corporación Venezolana de Alimentos SA.
En 2013 abandonó ese organismo durante unas semanas pero, tal y como recoge el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, ha vuelto a incorporarse a la misma empresa pública, creada en 2010 por Hugo Chávez, para gestionar explotaciones agrícolas y ganaderas de propiedad estatal.