Los sectores populares chavistas sueltan amarras con el viejo régimen. La travesía bolivariana está tocando a su fin, en una Venezuela que se ahoga sin remedio.
Las críticas al régimen se multiplican desde todos los sectores. Raro es el ámbito que no esté salpicado por las quejas en medio de una crisis sin precedentes, donde todos dan deseperadas bocanadas en un ambiente cada vez más enrarecido. (Hasta los chavistas se hartan del voraz Maduro:»¡El pueblo tiene hambre!»).
Si hace poco eran los militares los que mostraban su descontento, (El bravo teniente se rebela contra Maduro: «Nuestras armas harán respetar la voluntad del pueblo»), ahora le toca el turno a la gente de a pie, quien aprovecha cualquier oportunidad para cargar tintas y pedir el cambio.
Ejemplo de ello es el vídeo que acompaña a estas líneas, donde una chavista ‘de toda la vida’ toca a arrebato, durante una visita del opositor Henrique Capriles a la comunidad de Guarenas, en el venezolano Estado Miranda.
El protagonista del mismo es una airada mujer, que se queja micrófono en mano y a voz en grito jaleada por sus vecinos:
«Estamos cansados de que estos políticos de hoy en día, los de la camisa roja (en alusión al régimen de Nicolás Maduro) nos humillen por una cédula, porque si trabajas con ellos tienes que ir a la marcha porque si no te botan (te despiden). ¿Hasta cuándo hay que aguantar esto? El pueblo está cansado de humillación».
La ciudadana venezolana también realiza fuertes críticas contra la altísima inflación (los expertos ya pronostican un 300% anual) y la alarmante escasez de productos de primera necesidad que sufre el país manejado por el chavismo desde febrero de 1999. (Maduro amenaza con los militares si pierde: «¡No entregaré la revolución!»).
«Yo soy una mujer que está estudiando, pero no puedo seguir haciéndolo porque los libros están carísimos, no se puede entrar a la universidad. Todo está sobregirado, nos estamos prácticamente carcomiendo».
Tras esto se escucha a la gente que la acompaña gritar «Cambio, cambio» en referencia a las elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre, para las cuales cinco encuestadoras señalan que el bloque opositor cuenta con una intención de voto de entre 20 y 30% más que el oficialismo. (Maduro saca pecho y da el golpe: «Si se prende el peo con el pueblo me resteo»).
La mujer también hizo mención a la preocupante falta de oportunidades laborales que golpea a la nación caribeña.
«Aquí no se consigue empleo porque a todas las empresas que ha expropiado el Gobierno las han destrozado. Casi no quedan empresas, no hay nada, a todo lo destrozan. No tenemos dónde trabajar, prácticamente estamos en una economía informal porque no hay cómo trabajar».
Además, se queja del alto nivel de inseguridad que azota al país sudamericano, con muertos y heridos todos los días como consecuencia de puñaladas y tiroteos, entre otras causas.
En este sentido, hace una semana un albañil de 25 años y padre de dos niños de cinco años, quien trabajaba para una constructora, fue asesinado de 20 disparos en un robo en Guarenas.
«Guarenas está cansada de que la estén pisoteando. Hoy en día los que eran chavistas se han cambiado, porque están cansados de que los estén manipulando como títeres. La comunidad ha despertado, queremos un cambio, queremos soluciones, queremos una Patria nueva con propuestas buenas que nosotros apoyaremos»,
señaló la mujer.
Por último, redobló sus fuertes críticas hacia el Palacio de Miraflores asegurando que
«ese señor Maduro le está trayendo mentira al pueblo, lo está incendiando, porque nunca solucionaron nada».