Al igual que las pirámides de Egipto, la Isla de Pascua y las piedras de Stonehenge en Inglaterra, las esferas de Costa Rica son un misterio.
Ivar Zapp y George Erikson, son los investigadores que han estado detrás de la hipótesis más latente sobre el origen de estas esferas. En su publicación, “La Atlántida en América”, sugieren que estas piedras esféricas podrían haber sido un útil instrumento de navegación dentro de la Antigua Civilización, gracias a los cuales los marinos podían trazar sus rutas en el océano.
Los creyentes de la ufología mundial están convencidos de su origen extraterrestre, pues el material utilizado no se encuentra en la zona.
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